Isco Alarcón conduce el baló durante el encuentro entre el Real Betis y el Girona. - Lorena Martín

Isco Alarcón tendrá que someterse de nuevo a una intervención quirúrgica el próximo lunes 29 de diciembre, lo que prolongará su ausencia de los terrenos de juego, tal y como ha adelantado Pepe Elías en Mundo Betis. El futbolista del Real Betis será operado mediante una artroscopia para tratar una lesión intraarticular en el cartílago, sufrida tras un fuerte choque en competición europea, lo que complica su proceso de recuperación y le mantendrá al menos otro mes de baja.

Una lesión detectada semanas después

La lesión de Isco se produjo el pasado 27 de noviembre durante un partido de la Europa League, cuando recibió un fuerte impacto de su compañero Sofyan Amrabat a los pocos minutos de juego. En un primer momento, las pruebas médicas realizadas por el Real Betis descartaron daños óseos graves, aunque el jugador tuvo que recibir siete puntos de sutura debido a la herida provocada por el golpe.

Con el paso de los días, la evolución de la lesión no fue la esperada y el estado físico de Isco no mejoraba. El centrocampista seguía presentando inflamación, dolor y dificultades para realizar esfuerzos, lo que encendió las alarmas en los servicios médicos del Real Betis y obligó a profundizar en el diagnóstico.

Finalmente, varias semanas después, se detectó una lesión intraarticular en la zona del cartílago, consecuencia directa del traumatismo. Esta detección tardía ha condicionado de forma decisiva la recuperación de Isco y ha llevado a los médicos a recomendar una artroscopia para solucionar el problema.

La decisión médica y un nuevo comienzo

El jefe de los servicios médicos del Real Betis, José Manuel Álvarez, explicó que el impacto generó un edema importante en la pierna del jugador, lo que dificultó identificar la verdadera gravedad de la lesión desde el inicio. Según el doctor, el dolor y la inflamación aparecían cada vez que Isco intentaba correr o saltar, impidiendo su trabajo normal en el campo.

Durante las últimas semanas se optó por un tratamiento conservador basado en drenaje del edema, trabajo de movilidad e infiltraciones con factores de crecimiento, con la esperanza de evitar el quirófano. Sin embargo, la falta de una evolución positiva aceleró la toma de decisiones sobre la artroscopia.

Ahora, Isco deberá comenzar prácticamente desde cero su proceso de recuperación tras la intervención. Aunque se trata de una operación menor, el jugador del Real Betis estará al menos un mes más de baja, en un momento clave de la temporada, con el objetivo de dejar atrás definitivamente la lesión y regresar en plenas condiciones.