Manuel Pellegrini compareció en la previa del Betis–Getafe con un discurso cargado de calma, convicción y una defensa casi poética de su manera de entender el fútbol, donde el respeto no es negociable y las diferencias no se convierten en batallas.
El técnico verdiblanco insistió en que ganar sigue siendo lo esencial, pero sin olvidar nunca que el fútbol es también espectáculo y convivencia. «Lo más importante es ganar y no olvidar que detrás hay un espectáculo y mucha gente que lo va siguiendo», recordó.
Lejos de alimentar un relato de confrontación, Pellegrini fue claro: «No me considero ni un enemigo de él ni una persona que tenga más diferencias que la forma de ver el fútbol». Una frase que refuerza la estabilidad emocional del proyecto.
En su discurso, el técnico chileno dejó una reflexión de fondo: «Pensar de manera distinta no quiere decir que alguien sea un enemigo». Una idea que conecta directamente con la regularidad y la ambición que persigue su Betis.
Bordalás, dos miradas y un mismo respeto
Pellegrini fue tajante al hablar de José Bordalás, despejando cualquier atisbo de polémica personal. «No tengo ningún problema con José Bordalás, para nada», afirmó, subrayando que el respeto está por encima de cualquier divergencia táctica.
El entrenador del Betis reconoció que ambos entienden el fútbol de manera distinta, pero restó trascendencia a esa diferencia: «Él tiene su manera de ser y de trabajar sus equipos, y le ha ido muy bien. Yo tengo una manera distinta».
Lejos de alimentar un relato de confrontación, Pellegrini fue claro: «No me considero ni un enemigo de él ni una persona que tenga más diferencias que la forma de ver el fútbol». Una frase que refuerza la estabilidad emocional del proyecto.
En su discurso, el técnico chileno dejó una reflexión de fondo: «Pensar de manera distinta no quiere decir que alguien sea un enemigo». Una idea que conecta directamente con la regularidad y la ambición que persigue su Betis.
Contexto, matices y la negativa a crear polémicas
Al recordar la controversia de la semana anterior, Pellegrini quiso matizar sin levantar la voz. «Dije que el campo era chico, pero no era ningún ataque al Rayo», explicó, reivindicando el valor del respeto y del contexto.
El técnico incluso puso en valor el estado del terreno de juego: «El campo es chico, pero estaba en buenas condiciones, ha mejorado mucho», una forma de cerrar el debate desde la honestidad.
«No hay ningún tipo de problema en pensar distinto y no hay por qué hacer enemigos», insistió, repitiendo una idea que atraviesa todo su discurso y que define su visión del fútbol.
Para Pellegrini, la regularidad no solo se mide en resultados, sino también en la coherencia del mensaje y en la forma de proteger un proyecto que avanza con ambición, pero sin ruido innecesario.
Pablo García, talento joven bajo una guía paciente
Manuel Pellegrini abordó la situación de Pablo García con el tono pedagógico que suele reservar para los jugadores en formación, alejándose de juicios precipitados. «Las valoraciones individuales las hago con los jugadores», afirmó, marcando una línea clara de respeto y protección hacia el futbolista.
El técnico verdiblanco definió a Pablo como «un jugador joven, de mucha proyección», subrayando que su crecimiento está siendo acelerado y que requiere una gestión cuidadosa dentro del proyecto. En su discurso apareció la idea de acompañar más que exigir, de formar antes que señalar.
Pellegrini asumió con naturalidad la irregularidad propia de la edad. «Tiene partidos mejores y peores», explicó, integrando esa oscilación dentro de un proceso lógico que necesita regularidad en el trabajo y paciencia en los tiempos.
En ese camino, el entrenador dejó clara la continuidad del canterano dentro del grupo. «Va a seguir con nosotros aquí en esta temporada e irá teniendo los minutos a medida de que vaya demostrando su rendimiento», afirmó Pellegrini, cerrando el mensaje con una visión de fútbol basada en la confianza, la ambición y el crecimiento progresivo dentro del proyecto
Balance del año y la confianza en el proyecto
Al hacer balance de 2025, Pellegrini habló con satisfacción contenida. «Hemos podido mantener una regularidad en todas las competiciones», señaló, recordando la final europea alcanzada y la nueva clasificación continental.
«Estamos conformes, con ambición de seguir mejorando», añadió, una frase que resume el momento del Betis: estabilidad, crecimiento y hambre de fútbol competitivo.
En el apartado físico, confirmó que Marc Roca y Héctor Bellerín están disponibles, gestionados desde la prudencia. Sobre Isco, dejó un mensaje cargado de humanidad: «Tiene muchas ganas de jugar… conociendo su carácter, se va a sobreponer».
También mostró confianza plena en Lo Celso y en la progresión de Pablo García, siempre desde el cuidado del proyecto y la regularidad formativa. Y cerró con una mirada afectuosa a Canales, «un jugador plenamente vigente que goza muchísimo de su profesión», una despedida que vuelve al origen: fútbol, respeto y ambición sin enemigos.
El mercado de invierno, sin urgencias ni nombres propios
Manuel Pellegrini fue claro al abordar la posibilidad de incorporar un delantero en el mercado de invierno, alejándose de cualquier discurso de urgencia. El técnico insistió en que el foco inmediato está puesto en el presente competitivo: «Terminaremos primero el partido con el Getafe», dejando claro que el fútbol se construye desde el día a día y no desde la especulación.
El entrenador verdiblanco subrayó que cualquier análisis sobre refuerzos llegará más adelante y de manera conjunta con la dirección deportiva. «Después nos sentaremos a analizar», explicó, reforzando una idea de proyecto basada en la planificación, la calma y la regularidad en la toma de decisiones.
Pellegrini también quiso desactivar los rumores que rodean al mercado, tanto de salidas como de llegadas. «No pedimos a nadie en especial, los rumores son solo rumores», afirmó, defendiendo el respeto al vestuario actual y evitando alimentar expectativas externas.
Por último, el chileno dejó clara su satisfacción con la plantilla que tiene a su disposición. «Estoy muy conforme con el plantel», señaló, recordando que la ambición por llegar lo más arriba posible no siempre pasa por traer nombres nuevos, sino por confiar en un grupo que ya ha sabido responder en circunstancias complejas.
