Manuel Pellegrini, en la rueda de prensa previa al partido contra el Ludogorets. - Manu de Olmedo

El partido ante el Dinamo de Zagreb marcará un punto decisivo para el Real Betis en su camino por la UEFA Europa League. Manuel Pellegrini transmitió serenidad, pero también firmeza, al valorar la importancia de sumar una victoria que acerque al equipo a la clasificación. El técnico insistió en la necesidad de mantener la concentración desde el primer minuto y de no subestimar a un rival acostumbrado a competir al máximo nivel.

En la víspera del duelo, Pellegrini recordó que el Dinamo será un adversario complejo, especialmente por su intensidad y su estilo directo. Aun así, el técnico confía en que el Betis sea capaz de imponer su juego y de demostrar un elevado compromiso competitivo, factor que considera clave para obtener un resultado positivo.

La situación deportiva del Betis llega marcada por bajas sensibles en defensa y por la inminente marcha de dos jugadores a la Copa África. No obstante, Pellegrini quiso restar dramatismo y poner el foco en la fortaleza colectiva del equipo, que deberá sobreponerse a cada dificultad con actitud y concentración.

En una rueda de prensa repleta de mensajes claros, el entrenador bético subrayó que no hay margen para la relajación. El partido más importante, recalcó, es siempre el siguiente. Y esta vez, ese desafío pasa por Zagreb, por la búsqueda de una victoria imprescindible y por la reafirmación del compromiso que el vestuario quiere mostrar.

La importancia de ganar

Pellegrini no dejó lugar a interpretaciones al señalar que «el partido más complicado es el que viene». Para el técnico, una victoria supondría un paso casi definitivo hacia la siguiente ronda y consolidaría las aspiraciones del equipo de estar entre los ocho mejores. La concentración, insistió, será fundamental desde el primer minuto.

El chileno avisó de que el Dinamo de Zagreb llega con la misma necesidad y ambición. «Sabemos que también quiere sumar de tres», recordó, subrayando la igualdad competitiva que espera en el terreno de juego. Por ello, destacó que el compromiso debe ser total para evitar sobresaltos.

También recalcó que el Betis no puede permitirse pensar en los rivales futuros, ya que «no hay partido fácil en Europa». La clave, afirmó, está en competir con inteligencia, sin caer en la confianza y manteniendo la concentración como valor no negociable en el plan de juego.

Pellegrini cerró su reflexión recordando que el objetivo inmediato es siempre el más importante. Un triunfo en Zagreb reforzaría la moral del equipo, permitiría gestionar mejor esfuerzos futuros y reafirmaría ese compromiso que tanto exige el entrenador.

Un duelo condicionado por las bajas

Estas semanas no han sido sencillas para el Betis, especialmente en la línea defensiva. «Venimos aquí sin defensores», lamentó Pellegrini, recordando también que hace dos años viajaron a jugar contra el Dinamo tras la venta de Luiz Felipe, la lesión de Pezzella y la necesidad de reconvertir a Marc Roca como central. Pese a ello, subrayó que el equipo debe responder con actitud y concentración.

El técnico reconoció que el ambiente anímico no era el ideal, pero confía en que sus jugadores reaccionen en un contexto exigente. El Dinamo, afirmó, es un equipo que presiona mucho y que está acostumbrado a ganar en su liga, por lo que la victoria no llegará sin un sobresfuerzo colectivo.

Respecto a Abde y Bakambu, quienes afrontan su último partido antes de marcharse con sus selecciones, Pellegrini expresó comprensión y lamentó que las gestiones no dieran resultado. Aun así, asumió la situación con naturalidad y volvió a apelar al compromiso del grupo para competir sin ellos cuando llegue el momento.

El chileno insistió en que cada baja debe afrontarse con serenidad. El equipo, afirmó, ha demostrado en numerosas ocasiones que puede sostener su estilo incluso en circunstancias adversas, siempre que la concentración y el compromiso estén presentes.

Defensa del vestuario y autocrítica tras el Barça

Pellegrini fue claro al respaldar a Amrabat tras las dudas generadas por su ausencia. «No tenía posibilidad de jugar», explicó, añadiendo que el jugador hizo todo lo posible para estar disponible. El técnico reiteró que no existe ninguna duda sobre su compromiso, algo que el equipo valora profundamente.

En su defensa del jugador, recordó que las opiniones deben tener fundamento y que el cuerpo técnico conoce mejor que nadie el estado físico de sus futbolistas. La concentración en lo verdaderamente importante, remarcó, es esencial para no desviar el foco del partido.

Sobre el mal encuentro ante el Barcelona, Pellegrini admitió que el Betis hizo un «partido muy falso» y que los errores propios fueron determinantes. Aun así, recordó que el equipo solo ha perdido tres encuentros en un año y que el estilo de juego seguirá siendo la base sobre la que construir una victoria.

El entrenador concluyó con un mensaje de autocrítica y ambición: el Betis debe mejorar en todos los aspectos, pero siempre manteniendo sus principios. La clave, reiteró, será combinar estilo, concentración y compromiso para superar un desafío mayúsculo en Zagreb.