El Cucho Hernández circula con el balón ante la llegada de un adversario. - Real Betis

El Estadio de la Cartuja vivió una tarde de intensidad máxima y emociones cruzadas, donde el Real Betis acabó derrotado por 3-5 ante un FC Barcelona que hizo gala de una enorme pegada en cada acción de transición. El tempranero gol de Antony encendió a la grada, pero el vendaval ofensivo culé no tardó en aparecer.

La presión alta azulgrana, sostenida por Lamine Yamal, Pedri y Ferran Torres, apagó pronto la ilusión inicial, castigando con dureza las imprecisiones verdiblancas. Cada recuperación culé se transformaba en una transición peligrosa.

A pesar de los intentos locales por rehacerse, el Betis no logró frenar la verticalidad del Barça, que llegó al descanso con un contundente 1-4. Los de Pellegrini, empujados por su público, nunca dejaron de intentarlo y mantuvieron la intensidad, pero la distancia era demasiado grande.

La segunda parte mostró a un Betis más voluntarioso y agresivo, dispuesto a reducir diferencias. Y, aunque los goles postreros de Diego Llorente y Cucho Hernández maquillaron el marcador, la pegada blaugrana había decantado el duelo mucho antes.

El Betis golpea primero, pero el Barça responde con máxima pegada

El choque comenzó con una transición perfecta del Betis: Cucho Hernández controló en la frontal, cedió para Fornals y este habilitó a Antony, que definió con verticalidad en el minuto 6. La grada rugió con intensidad, creyendo en una tarde grande.

Sin embargo, el Barça reaccionó con presión adelantada. Tras un primer aviso tímido de Raphinha, llegó el empate: Pedri, Lamine y Koundé combinaron con precisión quirúrgica para que Ferran Torres fusilara el 1-1 en el 10’. Era un aviso de la pegada culé.

La transición azulgrana se disparó y, apenas dos minutos después, un centro medido de Koundé permitió a Ferran rematar de forma acrobática el 1-2. La defensa verdiblanca, superada por la verticalidad rival, comenzó a sufrir.

El Betis trató de responder mediante acciones aisladas del Cucho, pero la presión de Gerard Martín y la fiabilidad de Joan García evitaron el empate. Roony Bardghji, en cambio, firmó un golazo por la escuadra en el 30’, aprovechando un error de Natan.

Ferran completa su ‘hat-trick’ y el Barça sentencia antes del descanso

En plena ola azulgrana, el Betis intentó recuperar intensidad y recortar distancias. Pero el Barça imponía su verticalidad y cada ataque parecía mortal. Bartra despejó un intento de chilena de Roony, pero no pudo evitar la tormenta.

En el 39’, tras un mal rechace del propio Bartra, Ferran Torres conectó desde la frontal un disparo potente que se convirtió en el 1-4 y en su ‘hat-trick’ personal. La pegada del valenciano estaba desatada, castigando cada error local.

El Betis tuvo dos ocasiones antes del descanso: un cabezazo de Cucho al poste y un latigazo de Ruibal que se marchó desviado. Pero la presión blaugrana siguió nublando las ideas verdiblancas. El 1-4 al descanso reflejaba la crudeza del encuentro.

Pese a la diferencia, el Betis no renunció a la intensidad. Pellegrini movió banquillo, buscando cambiar la dinámica, intentando ganar transición y equilibrio sin perder verticalidad, pero el intermedio llegó sin variaciones en el marcador.

La segunda parte confirma la superioridad culé pese al orgullo verdiblanco

Nada más comenzar el segundo tiempo, Antony tuvo el 2-4 en un mano a mano, pero remató flojo ante Joan García. La opción pudo cambiar el guion, pero la pegada culé volvió a aparecer pronto.

En el 54’, Álvaro Vallés evitó el quinto ante Lamine con un paradón monumental. Sin embargo, en el 59’, un penalti cometido por Bartra permitió al joven culé poner el 1-5 desde los once metros, castigando otra vez la falta de intensidad defensiva bética.

El Betis lo siguió intentando con verticalidad y orgullo. Fornals remató centrado en el 60’, Cucho y Antony tuvieron una doble ocasión en el 71’ y Pablo García incluso marcó en el 78’, pero el VAR lo anuló por fuera de juego. La presión bética se intensificaba, pero sin premio.

El premio llegó al fin en el 84’, cuando Diego Llorente empujó un balón suelto tras un córner para el 2-5. Y, en el 89’, Cucho convirtió un penalti cometido por Koundé, sellando el 3-5 definitivo que maquilló un resultado marcado por la sorprendente pegada azulgrana.

Un Barça letal y un Betis de orgullo intacto

El Betis cayó, sí, pero lo hizo compitiendo hasta el último minuto, sosteniendo la intensidad pese a la inferioridad en transición y eficacia. El Barça, con una pegada devastadora y una presión bien ejecutada, mostró una superior verticalidad que decidió el encuentro.

La afición verdiblanca despidió a los suyos con aplausos, reconociendo el esfuerzo. El Barça, por su parte, salió del Benito Villamarín reforzado, consciente de que actuaciones de esta categoría lo acercan a sus objetivos.

Los verdiblancos deberán revisar errores, especialmente defensivos, para no repetir un castigo tan severo. Pero si algo dejó claro el duelo es que el equipo nunca perdió la intensidad ni el orgullo.