Mañana Pellegrini intentará seguir batiendo rachas, y arrebatarle los 3 puntos a los de Hansi Flick. Un duelo que llega marcado por numerosas ausencias en ambos equipos. Para el Betis supone una oportunidad de demostrar que puede competir con los grandes aún con plantilla mermada. Para el Barcelona, el reto es mantener su supremacía ante rivales complejos pese a las constantes bajas. En ese contexto, la estrategia, la confianza colectiva y la solidez defensiva pueden definir mucho más que los nombres propios.

El choque presenta un escenario de incertidumbre: ninguno de los dos equipos podrá presentar su “mejor versión” habitual. Eso sí: el fútbol no entiende de ausencias, y quienes salten al campo deberán rendir al máximo para ganar en equilibrio y convicción. La mirada no estará tanto en lo individual, sino en la capacidad de adaptarse y responder ante adversidades.

Para el Betis, jugar como local puede ser una ventaja —un plus de motivación que, sumado al empuje del público, podría inclinar la balanza a su favor si logra mantener la concentración. Del lado del Barcelona, este partido pondrá a prueba su profundidad de plantilla y su capacidad para sobreponerse a los imponderables.

La situación actual del Real Betis

El Betis llega al partido con sensaciones encontradas. Por un lado, recupera a futbolistas importantes que estuvieron ausentes recientemente, lo que supone un alivio para el técnico. Según el técnico chuleno, han sido incluidos Giovani Lo Celso y Antony tras superar sus molestias.

Por otro lado, siguen de baja varios jugadores clave, lo que limita opciones y obliga a replantear el once. Las ausencias confirmadas son Isco Alarcón y Héctor Bellerín, y Sofyan Amrabat que sigue recuperándose y pese a que entrenó ayer, hoy ha vuelto a ser ausencia.

En portería, aún con la vuelta de Pau López, todo apunta a que será Vallés el que defienda la portería de los de Heliópolis.

Así, el Betis afronta el duelo con una mezcla de alivio —por las recuperaciones— e incertidumbre —por las bajas—. El reto será mantener la solidez defensiva y encontrar un equilibrio en el medio si quiere plantar cara al Barça en su estadio.

Un Barça que busca la perfección

El Barcelona llega al partido con varias ausencias sensibles, lo que reduce su profundidad y capacidad de maniobra. Entre los jugadores que no estarán disponibles figuran Gavi —que continúa su recuperación tras una operación de rodilla—, Marc-André ter Stegen, el guardameta titular, además de Dani Olmo, que sufrió una luxación de hombro recientemente.

El defensa Ronald Araújo tampoco estará —el club le concedió una baja por motivos personales—, lo que debilita todavía más la retaguardia blaugrana.

Además, el mediocentro Fermín López sigue lesionado (problema muscular) y será baja para este encuentro.

No obstante, hay luces de alivio: tras recuperarse de un estado febril, Frenkie de Jong vuelve a estar disponible para el duelo, lo que aporta algo de aire fresco al centro del campo.

Un duelo marcado en no cometer errores

Para el Betis, la primera clave será la solidez defensiva. Con la zaga algo mermada, la concentración colectiva deberá ser máxima para evitar errores ante un ataque peligroso. Si logra mantener orden, puede convertir la presión del público en una oportunidad real.

La segunda clave pasa por la transición ofensiva. Con la recuperación de Lo Celso y Antony, el Betis puede intentar sorprender al Barça con velocidad por bandas, apoyándose en contras o acciones rápidas.

Para el Barcelona, el medio del campo se vuelve esencial: con De Jong de regreso, deberá dominar el balón y manejar los tiempos, compensando las ausencias arriba.

La tercera clave para el Barça será la capacidad defensiva: sin Araújo ni Ter Stegen, habrá que reforzar la concentración atrás.

El partido de mañana se presenta como un partido condicionado por las bajas, pero con mucho en juego. Veremos si Pellegrini es capaz de romper la racha de 17 años sin ganar al Barça en casa.