Sergio Canales es uno de los mejores futbolistas de la historia reciente del Real Betis. En el club de Heliópolis era un buque insignia, uno de los capitanes y líderes del vestuario, pero llegó un momento en el que, después de cinco temporadas, decidió que su ciclo en la entidad de las trece barras había terminado. Esta situación se debió a problemas de salud mental, según contó el propio centrocampista en el pódcast del exfutbolista Miguel Layún, que jugó, entre otros equipos, en el Sevilla FC.

Si bien muchas personas achacaban la marcha de Sergio Canales a un malestar continuado con Manuel Pellegrini, más que con el entrenador, su problema era sobre todo consigo mismo. «Jugamos un partido con el Almería con el Betis y llego a casa y… habíamos ganado, metí un gol espectacular, ganamos 1-2 creo, 2-3, no me acuerdo… y llego a casa y de repente, como que me pongo a llorar a saco; y dije: No sé por qué, no soy feliz». Era una sensación muy difícil de explicar que ni él mismo podía asimilar.

Este suceso le hizo reflexionar: «¿Cómo puede ser? O sea, hemos ganado, he metido un golazo increíble, estoy espectacular… y no soy feliz», relataba. «Me pasó esa temporada (la 22-23) varias veces, estaba totalmente amargado. Veces de llegar a casa y ponerme a llorar, pero no sabía por qué». Desesperado, Canales contaba que había algo que no estaba bien con él, que pese a los éxitos no se sentía a gusto y eso le llevó a irse de la que para él fue, según ha dicho muchas veces, su casa. «Había algo que me superaba. Es verdad que el Betis me lo tomé como algo tan personal… o sea, llegó a meterse tanto dentro de mí el ya ser bético… me hice tan responsable, me puse tanta responsabilidad que dices: guau, me está superando. Ganamos la Copa, creo que hice cinco años increíbles… todo. Me dejé la vida y más y dije ostras… necesito un cambio de aires, necesito salir de mi zona de confort, algo que me cueste, un reto, otra cosa diferente…».

En ese contexto, apareció la oportunidad de unirse a los Rayados de Monterrey y no dudó en partir a México. Desde su salida, se ha consagrado como uno de los mejores futbolistas de la Liga MX y sigue sorprendiendo con cada actuación en el césped. Está siendo uno de los artífices del crecimiento de la competición doméstica del país y ha demostrado que su decisión fue idónea en ese momento, aunque dejara un hueco importante en el centro del campo del Real Betis. Desde América del Norte, sigue considerándose un bético más y alabando la manera de hacer las cosas en La Palmera. Sergio Canales demostró lo importante que es saber parar en cualquier ámbito dentro de una profesión, tomando el doloroso camino de dejar uno de los clubes más importantes de su vida para poder tener estabilidad a nivel mental.