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RC Celta y Real Betis se repartieron los puntos en un duelo de rivales directos en la lucha por Europa. El partido se podría resumir en que cada equipo se llevó una parte, teniendo oportunidad ambos de practicar su juego. La gran actuación de Álvaro Valles y la sapiencia del Betis de Pellegrini para sufrir fue lo que determinó que no se volvieran de vacío a Sevilla, pues el Celta hizo méritos más que suficientes para llevarse la victoria.
Desde el comienzo del choque, el juego de ambos equipos era muy rápido, con un Betis que proponía con balón y un Celta que cuando lo recuperaba, no dudaba en subir con todos los efectivos del ataque. Aun con este plan de partido, faltaba un toque de profundidad para que hubiese llegadas concretas al área. Las situaciones de peligro se acumulaban sobre todo con jugadas desde las bandas y Cucho Hernández y Pablo Durán tuvieron en sus botas la posibilidad de adelantar a sus respectivos equipos. Pasada la mitad del primer acto, el duelo se había convertido en idas y venidas continuas. Fue un tramo de encuentro en el que ninguno de los dos terminaba de domar la bola y había numerosas recuperaciones en el centro del campo y fallos de precisión en los pases.
A diez minutos del final de la primera parte, Roro Riquelme tuvo la más clara hasta el momento en una jugada en la que un error del Celta en la salida de balón terminó con Ristić sacando bajo palos el chut del futbolista bético. Esta oportunidad fue fiel reflejo de cómo la mayoría de acercamientos del Betis estaban llegando después de que los gallegos fallaran en la triangulación del esférico. A partir de la misma, el conjunto visitante empezó a dominar la posesión y tener más acercamientos al área céltica. En el minuto 45, justo antes de que se diera el añadido, el Real Betis se adelantaba en el marcador con un golazo de cabeza de Marc Bartra a centro de Lo Celso desde el saque de esquina. El central catalán se fue de su marca de manera excepcional y entró totalmente solo para colocar el testarazo al palo menos cubierto por Radu, que no pudo hacer nada para que el esférico no terminara dentro de la red. Se bajaba así el telón de un primer tiempo que obligaba a los locales a reaccionar.
Claudio Giráldez dio órdenes claras en el descanso a sus jugadores de que se volcaran totalmente al ataque en cuanto pisaran de nuevo el césped. Mediante un juego vertical y veloz, los celestes apisonaron por completo al Real Betis y no tardaron en empatar el partido. Tras el saque de un córner en el minuto 47, en el rebote, Hugo Álvarez remató muy bien desde la frontal del área y batió al debutante bético Álvaro Valles por debajo de las piernas. El Celta siguió apretando y en la intensidad del partido, Aitor Ruibal se marchó lesionado para que entrara Pablo García. Parecía como si en el vestuario de los celtiñas hubiera habido una clase de ritual mágico que les hubiese dado fuerzas extra; el cambio de fútbol fue absoluto y muy efectivo, arrebatándole a los béticos la posesión por completo en el primer tramo de este segundo acto. Pasado el ecuador del mismo, la pobre presencia de los hombres de la medular del Betis no era casualidad, pues el equipo local presionaba de manera inteligente para que no aparecieran y esto mermaba por completo la posibilidad del conjunto de las trece barras de tener la redonda.
Con la introducción de cambios por parte de ambos equipos, los técnicos dejaban clara su aspiración de ir a por los tres puntos. El juego volvió a la ida y vuelta, pero con más dominio del Celta, que generaba abundantes acciones de peligro en la zona de tres cuartos gracias a una presión alta tras pérdida muy efectiva. A menos de diez para la finalización de la contienda, Álvaro Valles salvó, la remontada del Celta con una estirada monumental ante un cabezazo de Ferran Jutglà a bocajarro. Después de esta gran oportunidad, el Celta volvió a mandar a todos sus hombres arriba y el partido terminó roto por completo, tanto que solo podía pararse con faltas descaradas. El equipo local tuvo el segundo en una contra en el descuento en la que la defensa bética terminó achicando muy bien para salvar los muebles. Este empate debe haberles sabido a poco.
En líneas generales, se vio a un buen Betis en la primera parte, con un juego de posesión marcado pese a perder por momentos el control y esa guinda final del gol de Bartra. Posteriormente, los verdiblancos se vieron ampliamente superados desde el inicio de la segunda mitad y a punto estuvieron de perder hasta el empate. Se echaba en falta a Isco hoy en el terreno de juego; con su calma y calidad a la hora de jugar, seguro que la medular heliopolitana hubiera podido frenar el vendaval que sacó al césped Claudio Giráldez tras los primeros cuarenta y cinco minutos. Un punto y gracias. Se veía a los visitantes muy cansados en el segundo tramo del partido.
