El público sevillano disfrutó de una jornada esplendida de atletismo con la disputa del XXIV Maratón Ciudad de Sevilla, que captó todas las atenciones en una excepcional mañana donde la prueba vertebró por completo la capital hispalense.

Finalmente el Estadio de La Cartuja no celebró el récord de la competición, pero sí el gran registro de Salomon Busiendich (2:10:13), quien fue el auténtico dominador de la prueba confirmando las magníficas sensaciones que aseguraba sentir en los días previos. Fueron escasos segundos los que separaron al keniano de batir la plusmarca de la prueba (2:09:53), si bien su tremenda superioridad dejó sin emoción unos metros finales donde el campeón no tuvo que exprimirse.

Por detrás de él, cruzaron la meta el eritreo Yared Dagnaw con un tiempo de 2:12:35 y el keniano Enmanuel Samal, que paró el cronómetro en 2:13:09, ambos muy alejados del primer clasificado que lanzó un poderoso ataque en los últimos kilómetros que desfondó a sus acompañantes y le permitió hacerse con un cómodo triunfo.

La carrera tuvo un ritmo vertiginoso desde el inicio marcando el récord de la prueba (1:04:30) en la media maratón con una decena de africanos en cabeza que dejaron sin opciones de triunfo al resto de participantes. Sin embargo, los españoles lograron colarse finalmente en el `top ten’ evidenciando una buena progresión en la segunda parte de la carrera. Javier Díaz, séptimo con 2:14:34 y Chema Martínez, noveno con 2:17:55 dejaron en buen lugar a la representación nacional.

Etiopía copó las tres primeras plazas de la competición femenina. Elite Bizuayehu fue la reina de la prueba batiendo su registro personal con un tiempo de 2:29:52 en lo que fue su primera victoria en un maratón. Megersa Megertu (2:31:49) y Wudnesh Nega (2:32:59) completaron un podio del que se quedó muy cerca Estela Navascués, que llegó cuarta con una excepcional marca de 2:35:40.

Pero quien finalmente se sitúo como la máxima vencedora fue la imagen de la ciudad, que dejó estampas de hermosa factura con 7.150 atletas recorriendo las arterias principales de la ciudad con el público como fiel acompañante de una mañana que dejó un excelso espectáculo en Sevilla, que un año más volvió a demostrar su pasión por el deporte.

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