El director aragonés Carlos Saura, autor de algunos de los más notables éxitos del cine español, será galardonado con el premio Ciudad de Sevilla el próximo 11 de noviembre en la gala que prepara RTVA junto con el Festival de Cine Europeo de Sevilla.
Antonio Sánchez-Marrón. En el marco de la presentación de su nueva película Flamenco, Flamenco Carlos Saura recibirá el premio Ciudad de Sevilla en honor, según palabras de la propia dirección del Festival, al profundo trabajo que ha realizado el director por exportar más allá de nuestras fronteras tanto la cultura andaluza, como la sevillana retratada en el arte flamenco. Su cinta, heredera de sus anteriores producciones tituladas Sevillanas y Flamenco, hace al director merecedor de una distinción por, según ha explicado el Festival, apoyar la internacionalización del arte flamenco y llevarlo a conocimiento de todo el mundo.
Carlos Saura es uno de los creadores más prolíficos de nuestra cinematografía y todo un ejemplo del «buen hacer» del cine español. Películas como Ana y los Lobos, La Caza, Ay Carmela, El Jardín de las Delicias o La Prima Angélica han consagrado a un director comprometido con la realidad social de su época a la par que un exponente máximo de los temores y evidencias que aquel sistema político dejaba en la España de aquel momento.
Posteriormente, en Goya en Burdeos dejó de lado la crítica social a una realidad ya supuestamente superada para pasar a hacernos un retrato descarnado del pintor Francisco de Goya, donde lo más destacado es la interpretación de Francisco Rabal, que le hizo merecedor de un Goya al mejor actor. En 2004, nos teje un magnífico cuadro impresionista que constituye una de las obras maestras de la última década en España: El Séptimo Día, donde Saura narra, de manera sumamente inquietante, la matanza y tragedia que tuvo lugar en la localidad pacense de Puerto Hurraco.
Por si fuera poco, Saura no se comprometió sólo con la realidad social y plasmarla en sus películas sino que el director oscense también es un profundo amante del arte. Federico García Lorca o Manuel de Falla han sido objeto de profundas revisiones por parte de Saura legándonos una serie de películas pseudo-documentales de talla casi «musical» y con una intachable factura técnica.
Es el caso de Bodas de Sangre, Carmen, El Amor Brujo, Sevillanas, Flamenco, Tango (nominada al Oscar a la mejor película extranjera por Argentina), Salomé, Iberia o Fados. En ellas, Saura explora de manera profunda la idiosincrasia del folclore popular español, andaluz e incluso portugués y argentino, ofreciéndonos unas películas y con una excelente calidad visual y escénica. Al fin y al cabo, se trata de una nueva forma de entender el cine musical desarrollada por el director aragonés explorando a fondo toda nuestra cultura.
Más en concreto y al hilo de la presentación en Sevilla de su nueva película Flamenco, Flamenco, Carlos Saura ha declarado que «introducir algo más que la belleza de la música y del baile delante de la cámara es una traición a la pureza de este arte«. De esta forma nos deja claro la ausencia de ficción en la historia que se teje en la película. El baile y la música al servicio del arte y de la cultura de una tierra, la andaluza, que se ve representada en la película por lo más destacado del flamenco hoy en día: Paco de Lucía, Estrella Morente, José Mercé, Manolo Sanlúcar, Sara Baras, Miguel Poveda o Niña Pastori.
Con este premio al creador del cartel del pasado Festival de Cine Europeo de Sevilla se hace honor a uno de los directores más destacados del panorama cinematográfico español del último medio siglo.