El Área de Turismo y Cultura de Sevilla ha anunciado la representación de la ópera Suor Angelica de Giacomo Puccini, que tendrá lugar los próximos días 7, 8 y 9 de febrero en el escenario de la Real Fábrica de Artillería. La ópera, ambientada en un monasterio, narra la desgarradora historia de Suor Angelica, una mujer de origen aristocrático obligada a ingresar en la vida monástica como castigo por un amor prohibido que culminó en el nacimiento de un hijo ilegítimo.
Durante siete años, Angelica vive atormentada por la falta de noticias de su hijo. La inesperada visita de su tía, una mujer fría e implacable, le revela una verdad devastadora: su hijo falleció hace más de dos años. Este dolor lleva a Angelica a tomar una decisión trágica, pero en sus últimos momentos se produce un milagro que transforma su muerte en un acto de redención y perdón divino.
La puesta en escena está dirigida por Davide Garattini Raimondi, un destacado director de escena, escenógrafo y diseñador de vestuario, conocido por su enfoque multidisciplinar y creativo. Con formación en la Accademia di Belle Arti di Brera de Milán, Garattini ha desarrollado una carrera internacional, recibiendo premios como el “Filippo Sienbaneck” y participando en importantes festivales europeos. En esta producción, estará acompañado por Bárbara Palumbo como ayudante de dirección
La dirección musical estará a cargo de Juan García Rodríguez, un prestigioso director español que ha trabajado con orquestas de renombre internacional y ha destacado por la promoción de música contemporánea en España, especialmente a través del Zahir Ensemble. La soprano jienense Carmen Buendía, ganadora del primer premio del Certamen Internacional de Nuevas Voces ASAO 2021, será la encargada de dar vida al papel protagonista de Suor Angelica, acompañada por la Orquesta Zahir Ensemble.
La dirección escénica pone especial énfasis en el dolor silencioso de Angelica, vivido en soledad y revelado en sus momentos más íntimos. La relación con su tía, marcada por la frialdad y la indiferencia, intensifica el drama personal de la protagonista. La magnífica partitura de Puccini guía a los espectadores a través de esta historia profundamente emocional, explorando los conflictos internos de Angelica entre su vocación religiosa y el amor desesperado por su hijo perdido.
