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El delegado Antonio Muñoz ha destacado que todo se está tramitando con transparencia y que, cuando se materialice un proyecto a ejecutar a medio-largo plazo, se ampliará el recorrido. Tras el visto bueno y la autorización de los órganos del Real Alcázar, se iniciará el diseño del proyecto de ejecución incorporando para ello las recomendaciones del equipo de arqueólogos.

La Comisión Provincial de Patrimonio, organismo dependiente de la Delegación en Sevilla de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, ha tratado en la reunión de hoy el informe arqueológico solicitado al Real Alcázar de Sevilla como condición sine qua non para pronunciarse sobre el proyecto básico –aún no de ejecución ni de planteamiento de las obras– que elevó su Patronato con la finalidad de adecuar la entrada al conjunto monumental por la Puerta del León.

Tras el análisis, la Comisión ha informado favorablemente sobre la memoria para la intervención arqueológica puntual denominada ‘Análisis de estructuras emergentes en la Puerta del León del Real Alcázar de Sevilla. Enero de 2017’, suscrita por el director de la misma, Miguel Ángel Tabales. En consecuencia, Patrimonio también informa favorablemente sobre las siguientes “recomendaciones” para la conservación de los elementos implicados en la operación arquitectónica que realizan los expertos:

Retirada de las distintas edificaciones adosadas a ambas puertas medievales y murallas, con el fin de restaurar las murallas, torres y portadas medievales del alcázar medieval, hoy ocultas, devolviendo la monumentalidad perdida al ingreso del monumento.
Las actuaciones de limpieza y restauración que se detallan en relación con la Puerta del León, la puerta cegada de Miguel de Mañara, la muralla oriental y el muro de separación entre los patios del León y la Montería.

En su estudio, el equipo de arqueólogos dirigido por Miguel Ángel Tabales concluye que es “nulo” el valor patrimonial de las tres dependencias que ocultan el acceso medieval, dado que son el resultado arquitectónico de una “alteración continua” para construir una entrada a los turistas en los años 30 del siglo XX y, además, la arquitectura monumental que hoy ocultan es superior, de ahí que recomiendan su retirada para restaurar las murallas, torres y portadas medievales, “devolviendo así la monumentalidad perdida”. Con ese informe de las catas arqueológicas analizado, el Proyecto Básico, elaborado por el arquitecto Francisco Reina, puede continuar su tramitación. Este Proyecto Básico y las recomendaciones del informe arqueológico habrán de sustentar el futuro proyecto de ejecución.

Este estudio arqueológico, que será también abordado en el Consejo del Patronato, recomienda, además, actuaciones para la limpieza y la restauración de los diversos elementos arquitectónicos de la propia Puerta del León (como los bloques pétreos, torres, la fábrica de ladrillo, etcétera). Con respecto a la puerta cegada de Miguel de Mañara, plantea la conveniencia de emprender más trabajos de arqueología y acometer intervenciones que pongan en valor este enclave, incluso la posibilidad de eliminar el tabique por un elemento que permita la visualización del interior del monumento desde la calle. En cuanto a la muralla oriental, se plantea la necesidad de reparaciones para la conservación, una vez retiradas las estructuras de la tienda.

El equipo de arqueólogos, asimismo, propone ampliar la visita sobre los lienzos Norte y Oeste del recinto primitivo, a través de un amplio recorrido de 250 metros, que hoy en día no es posible. “Constituyen un activo desaprovechado para la visita al monumento”, según indica el estudio.

Por último, en cuanto a la reorganización del Patio del León para trasladar allí la entrada de los visitantes, creando entre este y la Puerta del León un espacio público de libre visita, el informe considera prescindible el pavimento actual, de 2005, y que pueda ser íntegramente renovado, al tiempo que se plantea respetar todos los árboles y la vegetación existente. Sobre el muro de separación entre el Patio del León y el Patio de la Montería, se plantean alternativas para instalar elementos no estructurales –esto es, no fijos, como vegetación o maceteros– que permitan visualizar este último y el Palacio Mudéjar una vez que el recinto quede acotado para la recepción y entrada de los visitantes.

“Como no podía ser menos en este monumento declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, nuestra intención es respetar el informe de los arqueólogos y cualquier sugerencia de la Comisión Provincial de Patrimonio en el proyecto de obras que se realice por parte de los técnicos y se apruebe en el Consejo del Patronato del Real Alcázar. Todo con total transparencia. El próximo Consejo del Patronato abordará el informe y previamente se les remitirá a sus representantes”, según ha explicado hoy el delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Sevilla, Antonio Muñoz.

El delegado, asimismo, ha destacado que, junto a la propuesta de adecuación de la entrada por la Puerta del León y la recuperación del entorno de la época de Pedro I, existe la posibilidad de incrementar el espacio visitable en el Real Alcázar, y todo ello, además, reforzando la seguridad del recinto palaciego. “Y tras el trabajo de los arqueólogos, comienza ahora el diseño de la ejecución de una obra a medio-largo plazo”, ha agregado Muñoz.

El proyecto básico

La propuesta concebida por Francisco Reina establece lazos conceptuales con la operación arquitectónica realizada en tiempos de Pedro I que supuso la creación de un espacio unitario y simbólico –intermedio entre el palacio mudéjar y la ciudad de Sevilla– limitado por la portada de la Montería.

Se ha valorado la potente escenografía que construyen puertas, torres y murallas medievales y se han analizado las actuales edificaciones de servicio que, con el paso del tiempo, se fueron adosando a ellas, ocultándolas y, por tanto, desvirtuando su carácter monumental. Estas modestas construcciones, que sobre todo durante el siglo XX se vieron sometidas a un elevado nivel de manipulación tanto formal como constructiva, difícilmente resuelven las nuevas funciones y requerimientos técnicos relacionados con el acceso, como en la actualidad revela la práctica.

La Casa Militar, situada tangencialmente al Patio del León en su ángulo suroeste y con acceso directo a través de su patio porticado, ofrece en sus dependencias de planta baja condiciones favorables para resolver dichas funciones. Mediante esta operación, se libera el Patio del León para convertirse en un espacio cualificado de recibimiento y estancia de público previo al acceso al Alcázar.

A nivel formal, todas las intervenciones propuestas tratan de pasar desapercibidas o ser prácticamente invisibles, centrándose en la configuración unitaria del nuevo plano de suelo concebido como superficie discreta, continua y adecuada al carácter vestibular del Patio del León y que se hace compatible, además, con la conservación de la vegetación existente.