Héctor Alterio y Julieta Serra en 'La sonrisa etrusca'/Paula Romero

‘La sonrisa etrusca’, una novela de José Luis Sampedro, llega al Teatro Lope de Vega desde el miércoles 16 al domingo 20 a manos de José Carlos Plaza.

27 años después de la primera edición de ‘La sonrisa etrusca‘, una de las novelas más populares y conocida de nuestro tiempo, llega a Sevilla convertida en una tragicomedia y versionada por Juan pablo Hera y bajo la dirección de José Carlos Plaza.

‘La sonrisa etrusca’ narra la historia de Bruno (Héctor Alterio), un viejo campesino calabrés que se muda a Milán y deja su pueblo natal para tratarse una enfermedad. Emigra a la ciudad, a casa de su hijo Renato (Nacho Castro) y de su nuera Andrea (Olga Rodríguez), donde emprenderá una búsqueda de emociones, sentimientos y amor frente al endurecimiento de su carácter violento y condicionado por la dureza de la vida, las restricciones y las convicciones de los años.

La sonrisa de su pequeño nieto ahondará en su corazón y le otorgará la paz, felicidad y ternura que nunca es tarde para llegar a alcanzar. Acompañado de Hortensia, la mujer que le conducirá por la ciudad y le ayudará a comprender la belleza y profundidad de la vida, emprenderá un nuevo rumbo de tranquilidad y sosiego ante un mundo que le parece inhumano, sórdido y hostil.

Julieta Serrano, que interpreta uno de los papeles principales de la obra encarnando a Hortensia, se siente muy orgullosa de volver a Sevilla y la califica como “un lugar mágico”. Además, señala que una de las particularidades de esta pieza es que “la obra va directa al corazón y pone en funcionamiento una serie de emociones”.

Menciona la importancia de los espacios donde se configuran diversos momentos históricos sobre un mismo telón de fondo. La apreciación de la iluminación, la música y demás recursos escenógrafos permiten que los espectadores puedan viajar por el recuerdo de los personajes e interpretar un presente conciso y claro. “El cine es muy realista pero el teatro es mágico porque consigue que el público entre en las convenciones más insólitas” además añade que el teatro es “como un juego de niños”.

La actriz reconoce haber vivido esta historia como «una fábula llena de amor, encuentro, descubrimiento…» y destaca el placer de trabajar con su compañero Héctor Alterio. Julieta, a pesar de mencionar que a su edad tan solo le llegan papeles de personajes amargados o frustrados por una juventud no vivida, destaca la importancia de Hortensia y se identifica con esa mujer “alegre” y que vive “con sentido del humor”.

Por otro lado, Héctor Alterio pone de relieve varios desafíos con los que se ha topado en esta aventura. Para él ofertar una obra tan «sabia y humorística» como la de José Luis Sampedro en un formato distinto ha sido todo un reto  ya que el lector o espectador «tiene su propia imagen y fisonomía de los personajes». Destaca la dificultad de concentrar 300 páginas en dos horas de espectáculo y bajo un encuadre distinto como son «las leyes propias del teatro».

Héctor no se olvida del espectador y reconoce el compromiso que tiene para con su público al que se entrega desde que pisa el teatro. “Me provoca respeto ese alguien que paga una butaca para que nosotros lo entretengamos y lo hagamos volar” y añade: «¡Es algo milagroso!».

Compuesta por ocho personajes y con 120 representaciones llenando salas y butacas, ‘La sonrisa etrusca’ se enmarca esta semana en Sevilla, coindiciendo con la feria del libro, para rescatar del público la sonrisa más verdadera y profunda. La primera sonrisa.

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