Triana volvió a vivir una noche para la historia con el regreso de la Esperanza a San Jacinto, 63 años después de su última visita en 1962. La Virgen partió desde la Capilla de los Marineros en un traslado multitudinario que marcó el inicio de los actos por el 75 aniversario del dogma de la Asunción. Las calles, engalanadas con flores y colgaduras, se llenaron de fieles que acompañaron a la Dolorosa en un ambiente de respeto, emoción y devoción contenida.
























El cortejo se abrió con los sones de Triana, tu Esperanza, interpretada por músicos de Las Cigarreras, y con una oración a las puertas de Pureza antes de iniciar el recorrido. El trayecto dejó estampas memorables, como el paso por la casa del Mora, donde una lluvia de pétalos rompió el silencio con vítores espontáneos. Otro de los momentos más intensos se vivió frente a la Hermandad de la Estrella, cuando ambas imágenes se saludaron entre La Estrella Sublime y la salve a la Virgen, en una escena de profunda emoción compartida.
El instante culminante llegó al alcanzar la parroquia de San Jacinto, donde la Esperanza fue recibida con fuegos artificiales y una ovación que resonó en todo el arrabal. Con la marcha Amarguras, la Virgen cruzó el dintel del templo más de seis décadas después, cerrando así una jornada que ya forma parte de la memoria colectiva de Triana. Este jueves, la Esperanza ha amanecido en su paso de palio, entronizada en el presbiterio del altar mayor.
