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Este 7 de marzo, primer viernes de Cuaresma en Sevilla, las hermandades han organizado diversos cultos y actos en sus templos. Entre ellos, han destacado el besapié de la Hermandad del Silencio y el besamano de la Hermandad de Santa Genoveva, ambos celebrados en el interior de sus respectivas sedes. Además, han continuado los quinarios, como el de la Hermandad de San Benito, que han contado con una notable participación de fieles.
Sin embargo, la jornada ha estado marcada por la suspensión de los Vía Crucis externos de Sevilla debido a la lluvia y los fuertes vientos. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) activó un aviso amarillo por lluvias desde las 18:00 horas del viernes hasta las 14:59 del sábado, con previsión de precipitaciones acumuladas de hasta 25 mm en una hora y rachas de viento intensas en la Campiña Sevillana.
Los Vía Crucis programados, suspendidos por la lluvia
Las hermandades de La Macarena, San Pablo, La Antigua, Monte-Sión, Dulce Nombre de Bellavista, El Cerro y Padre Pío tenían previsto realizar sus tradicionales Vía Crucis en las calles de la ciudad, pero las condiciones meteorológicas han obligado a cancelar todas estas salidas. El Vía Crucis de la Pía Unión se mantiene, ya que se realiza en el interior de la Casa Pilatos.
La Hermandad de la Macarena y la de Dulce Nombre de Bellavista fueron las primeras en anunciar la suspensión de sus cultos externos. En el caso de la corporación de San Gil, fue el hermano mayor, José Antonio Fernández Cabrero, quien comunicó la decisión tras analizar los partes meteorológicos.
Poco después, a las 18:30 horas, la Hermandad de San Pablo confirmó la suspensión del Vía Crucis de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado. En su lugar, la hermandad ha celebrado el rezo del Vía Crucis en el interior de la Iglesia de San Ignacio de Loyola, para que los fieles pudieran participar en el culto sin exponerse a las inclemencias del tiempo.
Las restantes hermandades han seguido el mismo camino, cancelando sus respectivos actos en la vía pública y reorganizando la celebración de sus cultos dentro de los templos.