Tussam y Lipasam se refuerzan para el Corpus
Estamos ante una ciudad exhausta de recorrer su propio yo, de contar su propia historia, de rebobinar para vivir lo ya vivido. Cuando el Corpus se planta en el calendario, se reviste por penúltima vez -como la cerveza- el centro de lujos y suntuosidades propias de otro tiempo, pero siempre de la procesión que se pone en la calle mañana a las ocho de la mañana.
La procesión es el motivo, pero también el pretexto para la gran oferta cultural y de ocio que se ha de desarrollar en esta noche.
Todo empezará muy pronto, a las 18:00 horas, con las visitas que el distrito Casco Antiguo, dirigido por Juan Carlos Cabrera y Luis Duarte, han preparado para dar a conocer los secretos de una fiesta que está basada en lo que vemos, en lo que nos parece ver y en lo que sabemos que estamos viendo. Un experimentado guía llevará a los grupos por el recorrido del Corpus, una carrera oficial mucho más larga que la de Semana Santa, pero también insuficiente para la cantidad de personas que sigue creciendo y conformando un cortejo en el que participa todo el que es algo en la ciudad en cualquier esfera o ámbito.
A las 19:30 habrá empezado a salir el cortejo de la Hiniesta Gloriosa camino a su altar en la Plaza de San Francisco y la Catedral habrá abierto sus puertas para que se visiten los pasos y la exposición sobre José Gestoso, uno de esos grandes sevillanos que supo hacer de todo y hacerlo todo bien.
Entre las 20:00 y las 21:30 horas, por muchas calles del centro pasará el Bando anunciador del Corpus partiendo de diferentes puntos la música de bandas como la Centuria Macarena en sus dos colectivos, mayor y juvenil, la Banda Varón de Dolores y la de las Cigarreras mientras que en la catedral tendrá lugar el concierto de órgano de Maese Ayarra y en el Sagrario tienen lugar la exaltación eucarística a cargo de don Ángel Pérez Guerra.
A las 21:00 horas los ministriles saldrán a la balconada del Sagrario hacia calle Alemanes para dar sus toques de vísperas, y la misma hora conciertos en el Patio de los Naranjos de la Colegial del Salvador y en la Plaza de San Francisco con la Banda Sinfónica Municipal. Todo ha de estar rematado para la llegada de la Virgen de la Hiniesta que pone el broche oficial a la noche con su llegada a la Plaza en torno a la medianoche.
Altares y escaparates
Antes o después, queda tiempo para contemplar los altares, escaparates y balcones que se han presentado a concurso. Para los altares, sobre todo vayamos al entorno del Salvador. La Hermandad del Amor, en el lateral, con la hermandad de Pasión, en la fachada principal; San Isidoro, en la calle Francos, junto a los balcones de Casa Rodríguez; la asociación Consuelo y Esperanza de Sevilla Este, en calle Villegas; y las Siete Palabras, en la fachada del hospital de San Juan de Dios.
Fíjense también en los altares que son novedad este año. El de la Divina Pastora y Santa Marina en la fachada del Mercantil -promete por lo valioso de los enseres que lo van a formar- y el de San Gonzalo en el antiguo banco central en la Avenida. Para los balcones, dos en la misma fachada de la calle Pajaritos, 2 y Galerías Madrid en Puente y Pellón.
Escaparate y balcón a concurso veremos en Galerías Madrid, calle Cuna 42. Escaparates de Oro Blanco (Puente y Pellón, 22) y otros muchos a lo largo del recorrido, en una apuesta decidida de los comerciantes, no sólo a montar ellos sino a ofrecer sus escaparates a jóvenes con ganas de mostrar sus habilidades en este terreno del escaparatismo religioso.
Todo ello completado, a las ocho menos cuarto de la mañana con la llegada del Señor de la Sagrada Cena al Palacio Arzobispal pisando la alfombra de juncia y romero preparada desde siempre. En la procesión, sí…muchos pasos, muchos trajes y muchas varas, pero trasciendan ustedes eso. Fíjense si falta alguna hermandad, que se ha despistado por los horarios más tempranos de citación y ubicación en el Patio catedralicio que ha impuesto la comisión delegada para ello. Todo lleva y conlleva su tiempo.
Fíjense en los detalles de las flores y las espigas, los racimos de uva y la manera antigua de exornar y montar los pasos, porque ya no lo verán en las calles en otra procesión. Va delante San Isidoro, el patrón de verdad, y detrás San Fernando, que sabe que tiene su gente fiel aunque patrón no sea. Las dos custodias y el templete del Niño, que también acoge al Señor el domingo que viene en una procesión chica por el patio que pone a prueba los termómetros más exigentes.
No se queden sin ver nada, porque el Corpus está hecho para verlo entero, para ser visto viéndolo, para ver como te ven mientras te miran, para ver que a veces nadie mira donde debe ni pone sus miras donde vería lo más importante. Pero el Corpus es asín. Y el calor que nos espera te dejará…asao.
