El Comité de Patrimonio Mundial ha resuelto este domingo inscribir al Conjunto Arqueológico de Medina Azahara en la Lista del Patrimonio Mundial. Andalucía cuenta ya con 13 declaraciones.

Con la de Medina Azahara, Andalucía contará con 13 declaraciones de patrimonio, de las que nueve son de Patrimonio Mundial; en concreto, la Mezquita de Córdoba; la Alhambra y Generalife de Granada; la Catedral, el Alcázar y Archivo de Indias de Sevilla; el Parque Nacional de Doñana; el Albaicín de Granada –ampliación de la Alhambra–; el Centro Histórico de Córdoba –ampliación de la Mezquita–; el Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica; los Conjuntos Monumentales Renacentistas de Úbeda y Baeza (Jaén); y el Sitio de los Dólmenes de Antequera (Málaga).

A ellas se suman tres más de Patrimonio Cultural Inmaterial, que son el flamenco, la revitalización del saber tradicional de la cal artesanal en Morón de la Frontera y la Fiesta de los Patios de Córdoba.

Son dos los únicos bienes que España ha conseguido proponer para Patrimonio Mundial en los seis últimos años, y los dos son andaluces: el Sitio de los Dólmenes de Antequera (Málaga) y, este año, la Ciudad Califal de Medina Azahara (Córdoba). Además, al conseguir Medina Azahara el reconocimiento, Córdoba se convierte en la única ciudad en el mundo con cuatro declaraciones de Patrimonio.

Medina Azahara, sede del Califato de Córdoba

El yacimiento arqueológico de Medina Azahara corresponde a una ciudad de nueva fundación erigida a mediados del siglo X como sede del Califato de Córdoba por la dinastía Omeya de occidente. La ciudad fue destruida tras un corto periodo de vida, permaneciendo desde entonces ignorada hasta su recuperación a principios del siglo XX.

El sitio presenta el valor de constituir un conjunto urbano completo que incluye sus infraestructuras, edificios, decoración y objetos de uso cotidiano, lo que permite obtener un conocimiento exhaustivo de la cultura material de una civilización desaparecida en el momento de su máximo esplendor.

La universalidad de valor cultural del sitio se ve acrecentada por su excepcionalidad al tratarse del único ejemplo conservado de una ciudad de esas características dentro del ámbito europeo y aún de ese periodo histórico en el conjunto de la cultura islámica. El ocultamiento del sitio durante casi un milenio ha permitido su mantenimiento inalterado.

El proceso de recuperación a través de su excavación y protección se ha continuado a lo largo de un siglo, promovido por las instituciones públicas. La promoción oficial, primero estatal y luego autonómica, ha garantizado la propiedad del sitio, otorgando las máximas figuras de protección, y ha impulsado la constitución de una institución específica para su gestión, el Conjunto Arqueológico, dotándolo de las instalaciones y personal adecuado, según destaca el Ministerio de Exteriores.