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A poco más de una hora y media de Sevilla, en pleno corazón de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, discurre uno de los ríos más sorprendentes y refrescantes de la provincia de Huelva: el río Múrtiga. Sus aguas cristalinas, que serpentean entre frondosos bosques de castaños, alcornoques y huertas serranas, esconden un tesoro cada vez más buscado por quienes quieren huir del calor: pozas naturales donde poder bañarse.
El Múrtiga nace en las inmediaciones de Arroyomolinos de León (ya en la provincia de Huelva) y atraviesa algunos de los pueblos más pintorescos de la sierra como Galaroza, Jabugo o Castaño del Robledo, antes de desembocar en el río Chanza. A lo largo de su recorrido, el río va formando pequeñas cascadas, remansos y charcas que en verano se convierten en piscinas improvisadas para los vecinos y los visitantes.
Pozas secretas en plena naturaleza
Algunas de las pozas más conocidas se encuentran en las inmediaciones de Galaroza y Jabugo, donde el río discurre entre huertos familiares y senderos de ribera. Allí es posible encontrar rincones donde el agua se remansa, creando espacios ideales para refrescarse, siempre con respeto al entorno y a la propiedad privada que en algunos tramos bordea el cauce.
En ciertos puntos, el agua apenas cubre los tobillos, perfecta para caminar y refrescarse, mientras que en otros se forman charcas más profundas donde zambullirse es toda una tentación. El sonido del agua, la sombra de los árboles y el frescor del entorno hacen del Múrtiga un auténtico refugio natural en los meses de calor.
Un entorno con historia y sabores
El río Múrtiga no solo ofrece naturaleza y baños de agua fría: también vertebra algunos de los pueblos con más tradición de la sierra. No es casualidad que a sus orillas crezcan las huertas que abastecen de frutas y hortalizas a la comarca, ni que de él dependiera durante siglos la vida de molinos y regadíos.
Además, recorrer sus alrededores es la excusa perfecta para adentrarse en lugares emblemáticos como Jabugo, cuna del jamón ibérico, o Castaño del Robledo, uno de los pueblos más altos de la sierra, desde donde parten senderos espectaculares.
Un tesoro que cuidar
Aunque el baño en el río Múrtiga es una de las experiencias más refrescantes que se pueden vivir cerca de Sevilla, conviene recordar que no es un parque acuático: es un ecosistema protegido dentro del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Por eso, la recomendación es clara: disfrutar del agua, pero sin dejar basura, sin hacer fuegos y respetando siempre el entorno y a los vecinos de la zona.
Así, quien se adentre en el cauce del Múrtiga descubrirá un secreto que parece resistirse al paso del tiempo: el placer sencillo y puro de bañarse en un río de aguas claras, rodeado de naturaleza.
