Un incendio declarado en la noche de este viernes en la Mezquita-Catedral de Córdoba movilizó a varias dotaciones de bomberos y provocó daños en una capilla lateral y en la cubierta del monumento. El fuego, ya completamente extinguido, comenzó poco después de las 21:00 horas en la zona de Almanzor, entre la capilla del baptisterio y la del Espíritu Santo. Las primeras pesquisas apuntan a que un fallo en una máquina de limpieza podría haber originado las llamas, que salieron al exterior por la cubierta y generaron una intensa humareda visible desde varios puntos de la ciudad.

El deán de la Catedral de Córdoba, Joaquín Alberto Nieva, ha precisado este sábado que el área afectada es «muy pequeña», de unos 25 metros cuadrados, dentro de un monumento de 23.000 metros. «Lo que ha colapsado, lo que se ha caído, para situarlo en el contexto, son como unos 25 metros», ha señalado en una comparecencia en el Patio de los Naranjos, junto al alcalde, José María Bellido, y el obispo emérito Demetrio Fernández. Ha detallado que el daño se ha producido en una bóveda de madera de estilo gótico, restaurada recientemente y «no de lo más antiguo» del templo.

Entre las piezas afectadas se encuentran obras escultóricas, pictóricas o retablísticas, con la caída de alguna imagen, como un cuadro de la Virgen con el Arcángel del ático del retablo de la Encarnación. Nieva ha añadido que «el humo es muy aparatoso» y que la extinción con agua ha provocado también otros daños. Ha subrayado, no obstante, que la visita y la celebración del culto son «totalmente seguras» y que el templo ha reabierto este sábado.

Al activarse el plan de autoprotección del monumento, se desplazaron inicialmente tres dotaciones de bomberos —una en la calle, otra en la cubierta y otra desde el interior— a las que se sumaron más efectivos conforme avanzaban las labores. Pasadas las 23:50 horas, el incendio estaba «controlado y sectorizado», sin llama viva, aunque los bomberos continuaron enfriando la zona para evitar rebrotes. Un bombero del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento tuvo que ser evacuado por un golpe de calor.

Bellido ha destacado que «a todos nos ha dado un vuelco al corazón», pero ha querido transmitir un mensaje de «tranquilidad y calma», subrayando que «no se ha producido una catástrofe» gracias a la rápida intervención de los equipos de emergencia y a su familiaridad con el monumento.

Nieva ha avanzado que se revisará el protocolo de extinción y que en octubre se instalará un sistema de agua nebulizada, similar al utilizado en la catedral de Notre-Dame de París. También ha anunciado un plan de rehabilitación y restauración en colaboración con las administraciones públicas y ha asegurado que «el Cabildo está preparado para afrontar este tipo de contingencias».

El alcalde ha recalcado la importancia de la cooperación institucional y ha señalado que se buscará «una forma de colaboración de todas las administraciones», que podría concretarse mediante un convenio con aspectos técnicos y de financiación.

La zona afectada permanecerá acotada según las indicaciones técnicas, pero el resto de la Mezquita-Catedral puede visitarse «con total seguridad». Una dotación de bomberos permanecerá de guardia para labores de enfriado, supervisión y vigilancia junto al personal de mantenimiento y efectivos de Policía Local y Protección Civil.