«Me siento completamente devastada, sin saber qué me depara el futuro. No estoy segura si podré volver a jugar o si alguna vez volveré a sostener una raqueta». Con estas palabras, Carolina Marín, apenas unos días después de regresar a España tras una amarga experiencia en los Juegos Olímpicos de París, ha querido agradecer el apoyo recibido tras sufrir una grave lesión de rodilla que la obligó a abandonar cuando estaba a punto de alcanzar la final de bádminton.

«Cuando tienes un objetivo tan claro, después de entrenamientos tan intensos, de todo ese esfuerzo y sacrificio, es difícil aceptar que una lesión te detenga de repente. Este ha sido, sin duda, el golpe más duro de toda mi carrera. No me lo esperaba en absoluto; mi intención era regresar a casa con una medalla de oro», admite la onubense.

Afortunadamente, «la operación ha sido un éxito», aunque Carolina prefiere no establecer plazos para su recuperación. «Me he puesto en manos de los mejores especialistas, y no tenía ninguna duda de que todo saldría bien. Los médicos me han confirmado que, a pesar de que esta ha sido la peor lesión que he sufrido en la rodilla, todo ha salido perfecto».

Carolina, visiblemente afectada, también expresó la necesidad de tiempo para recuperarse tanto física como mentalmente. «Voy a necesitar un largo periodo para recomponerme y os pido a todos un poco de espacio, algo que os agradeceré para siempre. No he conseguido una medalla de oro, pero los miles de mensajes y muestras de cariño que he recibido han sido como una medalla para mí», compartió.

En su semifinal contra la china He Bing Jiao, Carolina dominaba el partido cuando, de repente, su rodilla volvió a fallar. A pesar de los esfuerzos por continuar, finalmente tuvo que retirarse entre lágrimas, poniendo fin a su participación en los Juegos. Las pruebas confirmaron una grave lesión en el ligamento anterior y los meniscos.

«Este ha sido el golpe más duro de mi vida como deportista. He superado dos lesiones anteriores, pero esta es la tercera y la más devastadora. No sé si volveré a competir, si regresaré a una pista o si participaré en unos Juegos Olímpicos nuevamente. Lo que más deseo ahora es encontrar paz y tranquilidad», confesó con gran emoción.

Finalmente, Carolina quiso agradecer el gesto de He Bing Jiao en la entrega de medallas, donde portó un pin de España y le ofreció un emotivo abrazo. «Fue un gesto muy bonito y, a pesar de todo, le deseo lo mejor. Sé que para ella también ha sido un golpe mentalmente duro, y por eso le envié toda mi fuerza y energía», concluyó Marín, mostrando su gratitud por el apoyo recibido en este difícil momento.