La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a cinco años de prisión a un hombre que provocó una explosión de gas en un edificio residencial de Camas, en la madrugada del 18 de mayo de 2023, tras prender fuego a bombonas de butano y gasolina colocadas estratégicamente en el inmueble. El ataque estaba dirigido a la pareja actual de su expareja, que residía en la tercera planta del bloque.
Según información publicada por Diario de Sevilla, el condenado colocó material inflamable en la planta baja y en el rellano del tercer piso, justo donde vivía la persona a la que quería dañar. Utilizó un mechero para iniciar el fuego, lo que provocó una fuerte deflagración que fue finalmente controlada por los bomberos antes de causar daños mayores. No hubo heridos, pero el incendio afectó al menos a ocho viviendas, además de zonas comunes del edificio.
Durante la investigación, la Policía Nacional localizó al autor a través de unas botas calcinadas encontradas en el lugar de los hechos. Los agentes sospechaban que el responsable podría haberse quemado durante la explosión, por lo que rastrearon los hospitales hasta localizar a un paciente con graves quemaduras en las piernas, que había solicitado el alta médica voluntaria para evitar ser arrestado.
En un primer momento, se llegó a plantear una acusación por tentativa de homicidio en el ámbito de la violencia de género, pero finalmente fue juzgado por un delito de incendio con riesgo para la integridad física, tras un acuerdo de conformidad entre las partes.
El tribunal le impuso, además de la pena de prisión, una orden de alejamiento y prohibición de comunicación durante cinco años respecto a la víctima. También deberá indemnizarlo con 10.000 euros por daños morales, además de asumir el coste de los desperfectos en su vivienda.
La responsabilidad civil se extiende a otros seis vecinos, con indemnizaciones que oscilan entre 344 y 2992 euros, y a la comunidad de propietarios del edificio, a la que deberá pagar 13.272 euros.
En la sentencia se aplicaron las atenuantes de drogadicción y menor entidad del incendio, lo que permitió reducir la pena desde los doce años inicialmente previstos a los cinco finalmente acordados.
