En plena comarca del Aljarafe, muy cerca de Sanlúcar la Mayor, se esconde un rincón poco conocido que guarda una historia tan singular como el entorno que lo rodea. Se trata del Parque Las Doblas, un área recreativa que nació sobre los restos de una antigua gravera y que hoy se ha convertido en un oasis de naturaleza, ocio y biodiversidad en el corazón del Corredor Verde del río Guadiamar.

Lo que en su día fue un terreno explotado para la extracción de áridos, acabó transformándose en una laguna artificial donde el agua y la vegetación han devuelto la vida a un espacio degradado. Ahora, álamos, fresnos, sauces y adelfas enmarcan un paisaje que parece diseñado para el descanso y la contemplación. Una pasarela de madera permite caminar sobre el agua, ofreciendo a los visitantes la sensación de estar suspendidos en mitad de un ecosistema vivo.

El parque no solo es un pulmón verde para la zona, también es un paraíso para las aves acuáticas. Patos, garzas y otras especies encuentran aquí un refugio ideal, lo que convierte a Las Doblas en un enclave perfecto para los amantes de la ornitología o, sencillamente, para quienes disfrutan con la observación de la fauna en estado casi salvaje.

Además de su valor natural, el área está equipada para el ocio al aire libre: mesas, barbacoas y senderos accesibles hacen de este espacio un lugar de encuentro habitual para familias y grupos que buscan escapar de la rutina sin alejarse demasiado de Sevilla. El sendero circular que parte de la laguna, prácticamente llano, es perfecto para caminar con niños, personas mayores o ciclistas que quieran recorrer un tramo del Corredor Verde.

Los visitantes destacan la magia de sus atardeceres, cuando la luz se refleja en el agua y el vuelo de las aves completa una estampa que recuerda que la naturaleza, incluso en espacios antes maltratados, es capaz de regenerarse y sorprender.

Hoy, Las Doblas es ejemplo de cómo un entorno industrial puede transformarse en un espacio de convivencia entre personas y naturaleza, donde la memoria del pasado convive con un presente que invita al disfrute y al respeto por el medio ambiente.