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Comienzan las obras de restauración de una de las señas del patrimonio histórico de Alcalá cuya construcción es posterior al siglo XV, pero con vestigios romanos.


Antonio Gutiérrez Limones, ha firmado el acta de replanteo con la que se inician hoy las obras de rehabilitación del histórico puente de Carlos III (denominado también como “Puente Romano”) de Alcalá de Guadaíra para la recuperación de sus valores históricos y su transformación a uso peatonal, permitiendo el acceso a la nueva biblioteca y la recuperación de los caminos de ribera en ambas márgenes.

 

Las obras de restauración estarán encaminadas a recuperar su estado original en el siglo XIX y mejorar su estado de conservación, además de ir acompañadas de un conjunto de actuaciones adicionales como es el tratamiento de las márgenes, la reposición de servicios, acondicionamiento de accesos etc.

El responsable de redactar el proyecto, el ingeniero Íñigo Barahona, y el director de la empresa que realizará las obras, Díaz Cubero S.A., han visitado en un extremo del mismo el inicio de las obras que tendrán una duración de 6 meses. Estas obras han empezado en el día de hoy, adelantándose a lo previsto hace unas semanas.

Según Gutiérrez Limones, en estas  primeras semanas las obras se centrarán en los bajos del puente para no interferir en ningún momento con la celebración de la Semana Santa que tiene uno de sus máximos episodios en el Puente de Carlos III. Tras la Semana Mayor, se cortará al tráfico el puente para el inicio de la siguiente fase.

Íñigo Barahona ha explicado que “cuando empecemos a desmontar el tablero, encontraremos más información que nos permita datar mejor el Puente. Lo que se ve ahora mismo es una obra que se hizo en época de Carlos III (1780)  y que vino a recuperar un puente que estaba, según las crónicas, muy viejo y se le dio la forma que ha tenido durante todo el siglo XIX”.

Afectado por tráfico

Actualmente el puente se ve obligado a soportar un gran volumen de tráfico que hace temer por su conservación, de ahí que se contemplen diferentes aspectos en las actuaciones que se van a llevar a cabo, desde el proyecto de restauración en sí, la limpieza de la obra de fábrica y reparación de elementos estructurales defectuosos. En este sentido, los sillares del puente se encuentran dañados por el tráfico, la contaminación y la erosión del río, de ahí que se reparen los defectuosos y sean sustituidos por piezas del material original.

Zonas de actuación

Asimismo, las actuaciones prevén la revisión de la cimentación, la eliminación de añadidos recientes que no pertenezcan a la estructura original como barandillas, voladizos…, además de la reposición de la antigua calzada y de los pretiles del puente.

La rehabilitación del Puente Romano lleva consigo la apertura de los ojos que actualmente están tapados, es decir, los últimos de cada lado. Se contempla la recuperación del cauce histórico del río, eliminando desagües actuales y reconstruyendo los caminos de ribera.

Por último, se trabajará en la integración urbana de los estribos del puente, retirando los rellenos realizados en los últimos siglos y mejorando la integración con el puente del ferrocarril emplazado en la margen derecha del río.

Sistema de financiación

La restauración de este puente, se hace posible gracias al convenio de colaboración firmado entre el alcalde de Alcalá, Antonio Gutiérrez Limones, con el ministro de Fomento, José Blanco,  por el que la obra será financiada con el 1% cultural generado por la contratación de obra pública del Ministerio de Fomento. Concretamente el presupuesto global es de 888.459,97 euros, de los que el Ministerio aporta el 75% y el Ayuntamiento el 25% restante.

Al puente de Carlos III se le conoce popularmente como ‘Puente Romano’ porque la construcción, posterior al S.XV, se levantó en el lugar donde hay certeza que había una construcción romana que exteriormente no se aprecia. Ha experimentado numerosas reformas a lo largo de la historia, ya que siempre ha sido uno de los pocos vados para atravesar el río Guadaíra. Las diferentes obras, que  han ido transformando la imagen original del mismo, vienen a incidir en la importancia estratégica del Puente.

Hoy en día el puente conecta la zona sur de la ciudad, de amplia expansión urbanística con la creación de nuevos barrios, no sólo con el centro sino con todo el resto de la ciudad. Además en la actualidad linda con la nueva biblioteca a las faldas de la fortaleza mozárabe y forma parte de la franja más patrimonial y turística de la ciudad, que discurre paralela al curso del Guadaíra.

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