Los hombres de Pepe Mel se imponen cómodamente ante una débil Ponferradina. Emaná y Roversio anotaron en la primera parte. El segundo período fue aburrido, con un Betis muy fallón. Rubén, en la última jugada del partido, sentenció.
Ángel Espínola. Fueron tres, pero pudieron ser muchos más. El Betis se impuso sin despeinarse ante una Ponferradina que lleva marcado en el destino la palabra sufrimiento. El conjunto dirigido por José Carlos Granero aún no es un equipo de segunda y no fue rival para un Betis que aún tiene mucho que mejorar par ser el de los primeros partidos de Liga.
Emaná, Roversio y Rubén pusieron los goles en un encuentro que arrancó con un Betis muy feroz que parecía salir a comerse el mundo. Todo una ilusión, porque al rato estaba moviendo la pelota sin mucho tino y con jugadas colectivas aisladas que, no obstante, llegaban con mucho peligro a la meta de Queco Piña. El guardameta de los bercianos jugó un partido para olvidar, inseguro, impreciso y con manos de manteca. Con un cerrojo así es difícil que la Ponferradina levante el vuelo tras este desastroso inicio de temporada.
Cuando la impaciencia llegaba en la grada, Emaná dijo «basta de tonterías», y sacó la chistera. Su azafato, el canario Momo, se marcó un jugadón, pase al área incluido, y el camerunés, a la media vuelta, se sacó un derechazo que exterminó a las indefensas arañas que vivían apacibles en la escudara de la portería de Piña. Poco más haría Emaná en el partido, salvo algunas arrancadas aisladas.
El centro del campo verdiblanco, con un Iriney a lo grande, funcionaba bien, pero las bandas de este Betis aún dejan mucho que desear, y fueron las principales responsables de que la sentencia no llegara hasta el minuto 40. Caffa mandó un centro aéreo al corazón del área, el balón se paseó agusto por la línea de gol y Roversio, que por allí andaba aprovechando que se estrenaba como titular, empujó la bola para hacer el segundo. Otro error garrafal de la defensa berciana y otro fiasco de Queco piña.
El Betis se iba al descanso con todo resuelto, una vez visto la poca capacidad, que no pocas ganas, que la Ponferradina estaba demostrando sobre un Ruiz de Lopera con demasiados parches.
En la segunda parte, el Betis se echó atrás y la Ponfe se quedó donde estaba, en otro nivel. El partido, por tanto, se hizo monótono, con un ritmo lento y pocas ocasiones. Cumplida la media hora del período, el Betis tuvo tres Salva Sevilla y por último Ezequiel, desperdiciaron goles que hubieran agradado a la afición. El joven canterano se marcó buenas jugadas, con algún detalle estético de más.
Todo parecía acabar así hasta que, ya cunplido el tiempo de prórroga, un tiro de Ezequiel da en Queco Piña, éste la despeja mal, como venía siendo habitual y Rubén mete la cabeza para dar una presencia más justa a un resultado que aún así debió ser mayor. Queda trabajo por delante para Pepe Mel. Pero hace un año, partidos tan fáciles como estos, acababan en derrota. La ruta hacia Primera sigue siendo la correcta.
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