Anuncian cada verano distintos medios fichajes que al final quedan sin firma: portadas que bien venden, realidad que enturbian, verdad que no reflejan. Y en ese escaparate del propio diario que es la portada, así el más vendido -deportivo y no generalista como es el caso (Marca)- anunciaba el sábado: “Mourinho a mitad de precio”, ¿está Moratti de rebajas?


 

Miguel Ybarra Otín. Tales palabras buscan salvar la prepotencia que tan cara ha tenido que pagar Florentino Pérez: anunciar a todos los medios que José Mourinho sería entrenador de los blancos la próxima temporada cuando su relación contractual con el Inter de Milán aún no había sido concluida: 16 millones de euros que un negociante como Massimo Moratti no iba ahora, tras el anuncio, a rebajar.

Más serio que el sensacionalista diario dirigido desde 2007 por el polémico Eduardo Inda, el cotidiano italiano La Gazzetta dello Sport titula a propósito del fichaje: “El Inter libera a Mourinho pero el Madrid paga todo”. Y añade en el texto datos y declaraciones invisibles en Marca: “Al final de un cierto periodo el Madrid llegará a pagar íntegramente la cláusula” -dice Moratti-, que explica que el pago podrá terminar de producirse con el traspaso de algún futbolista: “hoy [por el viernes 28] hemos señalado algún jugador, pero sólo para hablar de su valía”. Estas palabras las recogen otros rotativos españoles.

Así las cosas, el relevo en el banquillo del Bernabéu supone 16 millones de euros en la contratación del técnico portugués, más 2,5 -según el diario As- del finiquito de un Pellegrini al que restaba un año de contrato. El técnico chileno, esta semana en el programa radiofónico El Larguero de la Cadena Ser, comentaba que no había prácticamente conocido a Florentino Pérez, a quien apenas le presentaron tras ser contratado. Las desavenencias pronto vinieron: antes siquiera de iniciarse la temporada Jorge Valdano, director general del club, pidió al nuevo entrenador que no alineara a los holandeses Sneijder y Robben, cuyos traspasos a Inter de Milán y Bayern de Munich estaban cercanos. Pellegrini sin embargo, opuesto a la marcha de ambos jugadores (con los que se costearía el fichaje de Kaká) los hizo jugar y el hecho contrarió al presidente.

Un año después, tras 250 millones de euros en fichajes y cero títulos, el proyecto finaliza ya caduco y comienza uno nuevo. Es la misma semana en que es premiado con el Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades Zygmunt Bauman, el sociólogo que investiga este mundo inestable, de valores perecederos: esa “modernidad líquida” en que las relaciones de pareja (léase “El amor líquido”) son tan de usar y tirar como, visto lo visto, los entrenadores y jugadores en el fútbol, por millonarias que resulten sus contrataciones.

La locura de este espectáculo y sus inversiones son de una exigencia terrible para los equipos más poderosos: Barcelona, Real Madrid, Inter, Milán, Manchester United, Chelsea, Bayern de Munich, etcétera, se disputan cada año Liga y Copa en su país y Champions League en Europa. Sólo uno puede terminar campeón y así el “fracaso” de no serlo precipita cambios en banquillos eléctricos, tal que el de Chamartín.

El diario Marca, con su director Eduardo Inda a la cabeza, ha realizado una agresiva y personal campaña contra Manuel Pellegrini. Y ahora confunde sobre el fichaje de Mourinho.

En la lucha diaria que izquierda y derecha mantienen en los medios de este país, causarían escándalo licencias como las que continuamente se perdonan a la prensa deportiva. Que no exista un diario serio que refiera con clase y estilo la realidad del deporte es una pena. Que con su deriva amarillista Marca siga siendo el periódico más vendido, es sintomático.

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