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El final del año invita al balance y a la memoria. En Sevilla, 2025 deja tras de sí varios accidentes de tráfico especialmente graves que marcaron la crónica del año por su dureza, por el número de víctimas o por el impacto social que generaron. Siniestros repartidos a lo largo de distintos meses, pero con una concentración especialmente trágica en la recta final del calendario.
El 30 de agosto, la autovía A-4, a la altura de Carmona, fue escenario de uno de los accidentes más graves del verano. La colisión entre dos turismos se saldó con una persona fallecida y dos heridos graves, en un periodo del año caracterizado por el aumento de desplazamientos y el tráfico intenso en los accesos a la capital.
Ya en noviembre, Sevilla capital quedó marcada por un atropello mortal ocurrido en el distrito de Nervión. Un peatón perdió la vida tras ser arrollado y arrastrado varios kilómetros por un vehículo, en un suceso que generó una fuerte conmoción social y volvió a situar el foco en la seguridad vial dentro del casco urbano.
Diciembre, el mes más trágico del año
La primera quincena de diciembre concentró los peores datos de siniestralidad de todo 2025. En apenas doce días fallecieron nueve personas en distintos accidentes registrados en la capital y su entorno metropolitano. Entre las víctimas se encontraban motoristas, un ciclista, un peatón y ocupantes de turismos, lo que puso de relieve la especial vulnerabilidad de determinados colectivos en la vía pública.
Dentro de esta racha negra se produjo el accidente más grave del año, el 12 de diciembre, en la A-66 a la altura de Guillena. En este siniestro, una colisión entre dos camiones y un turismo provocó la muerte de tres personas, los ocupantes del vehículo ligero, que quedó atrapado entre los vehículos pesados. Fue el accidente con mayor número de víctimas mortales en un solo suceso en la provincia de Sevilla durante 2025.
El 23 de diciembre, un día antes de Nochebuena, otro accidente volvió a sacudir a la capital. Un autobús urbano colisionó con un camión y varios turismos en el distrito de Nervión, dejando doce personas heridas, todas ellas de carácter leve. Aunque no hubo fallecidos, el elevado número de vehículos implicados y las consecuencias sobre el tráfico urbano lo convirtieron en uno de los siniestros más destacados del año.
El balance de 2025 deja una huella amarga en las carreteras y calles de Sevilla, con especial incidencia en los meses de mayor movilidad y en usuarios vulnerables. Más allá de las cifras, estos accidentes forman parte de la memoria colectiva de la ciudad y recuerdan, en el último día del año, que la seguridad vial sigue siendo uno de los grandes retos pendientes.