El Sevilla FC ha recibido una resolución parcialmente favorable tras el recurso presentado por su gabinete jurídico ante el Comité de Apelación de la RFEF. La sanción inicial, impuesta por el Comité de Disciplina, ha sido revisada tras los hechos ocurridos en el partido frente al Real Betis.
La resolución original contemplaba el cierre parcial de la grada de Gol Norte durante tres partidos y una multa económica de 45.000 euros. Sin embargo, Apelación ha estimado que los hechos deben considerarse graves, y no muy graves, lo que ha supuesto una reducción de la sanción.
El Sevilla FC valora esta decisión como un paso intermedio dentro del proceso jurídico, aunque mantiene su desacuerdo con el castigo definitivo. El club insiste en la defensa de sus intereses y en el respeto a su afición.
En este contexto, la entidad blanquirroja ha confirmado que continuará recurriendo la sanción ante instancias superiores, al considerar desproporcionadas las medidas adoptadas por la RFEF.
Reducción de la sanción impuesta al Sevilla por los incidentes en el derbi
El Comité de Apelación de la RFEF ha dejado finalmente la sanción en una multa de 6000 euros y la clausura de los sectores N20, N11 y N12 del graderío bajo de Gol Norte por un solo partido, además de un apercibimiento de cierre total en caso de reincidencia.
La apelación ha determinado que los hechos ocurridos durante el encuentro deben ser catalogados como graves, corrigiendo así el criterio del Comité de Disciplina de la RFEF, que los había considerado muy graves en su resolución inicial contra el Sevilla FC.
Recurso ante el TAD
Pese a la rebaja, el Sevilla FC ha anunciado que recurrirá esta sanción ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo, con la intención de agotar todas las vías jurídicas disponibles en defensa del club y de su afición en Gol Norte.
De manera paralela, el gabinete jurídico del Sevilla FC también recurrirá ante el Comité de Apelación de la RFEF la sanción de seis partidos impuesta al jugador Marcao tras su expulsión en el encuentro disputado ante el Real Madrid, manteniendo así una línea firme frente a las resoluciones disciplinarias.
