Sevilla vive un repunte dramático en la siniestralidad de motoristas. Con la muerte, esta madrugada de domingo, de un varón de 35 años en el distrito Nervión, la capital suma ya cuatro fallecidos en lo que va de año, igualando así el total del ejercicio de 2023 y superando los datos de 2022 —con tres víctimas mortales— y de 2021 —con dos—, según cifras municipales sustentadas en los registros de la Dirección General de Tráfico (DGT).
El último accidente se produjo sobre las 3:05 horas, cuando el motorista perdió el control de su vehículo al circular por la rotonda situada entre San Francisco Javier y Eduardo Dato, uno de los puntos de mayor densidad de tráfico de Nervión en fin de semana. El impacto resultó mortal y los sanitarios no lograron reanimarlo.
La cadena trágica comenzó el 17 de noviembre, cuando otro hombre murió tras perder el control de su moto en la avenida Carlos V. Una semana después, un motorista de 47 años falleció en el puente de San Bernardo, igualmente tras perder el control. El pasado martes, un conductor de 53 años murió después de chocar contra un turismo en el puente del Cristo de la Expiración, tras sufrir un infarto mientras circulaba.
La sucesión de siniestros mortales —cuatro muertes en poco más de un mes— coloca a Sevilla ante uno de los balances más duros de los últimos años y reaviva el debate sobre la seguridad y la prevención entre motoristas en la ciudad.
