Miembro de la banda de El Carmen de Salteras frente a la Esperanza Macarena. Lorena Martín.

La jornada de este lunes ha estado marcada por el regreso al culto de la Virgen de la Esperanza Macarena, repuesta a las 6:00 horas tras concluir el proceso de restauración realizado por el conservador Pedro Manzano. La intervención, supervisada por una comisión técnica de la hermandad y aprobada por la Junta de Gobierno, pone fin a cuatro meses de trabajos encaminados a garantizar la adecuada conservación de la imagen.

La afluencia de fieles ha sido constante desde primera hora. A las 5:30 de la madrugada —media hora antes de la apertura del templo— las colas rodeaban ya el entorno del Hotel Macarena, y dos horas después alcanzaban la Puerta de Córdoba, junto al convento de Capuchinos. La hermandad confirmó que el tiempo medio de espera para acceder al interior de la Basílica rondó las tres horas, en una jornada que ha congregado a miles de personas deseosas de reencontrarse con la Virgen.

En el marco de esta jornada especial, la Banda de Música de El Carmen de Salteras se sumó a los actos conmemorativos por el regreso de la Macarena. A las 11:00 recorrió las calles del barrio con una diana anunciadora y, a mediodía, ofreció una interpretación musical en el interior de la Basílica como muestra de agradecimiento y celebración por la reposición al culto de la imagen. La formación destacó en un comunicado que se trataba de una «humilde acción de gracias y testimonio sonoro» ante un día especialmente significativo para la devoción macarena.

El Ayuntamiento y la hermandad han recordado que la Basílica permanecerá abierta este lunes hasta las 23:00 horas, mientras que el martes 9 y el miércoles 10 el horario de visita será de 7:00 a 21:00 horas. La Junta de Gobierno ha subrayado que la ampliación de horarios persigue facilitar el acceso de todos los fieles que deseen contemplar la imagen tras su restauración.

En los días previos al regreso, el barrio se había llenado de carteles y mensajes alusivos a la vuelta de la Virgen, reflejo de la expectación generada por este acontecimiento. La restauración, explicada por el propio Manzano en una carta difundida por la hermandad, ha tenido como objetivo esencial restituir la integridad devocional de la imagen. En sus palabras, haber trabajado ante la Esperanza Macarena ha sido «un honor profesional y humano», y la intervención buscaba «devolver esa mirada que tantos reconocen como refugio, consuelo y promesa».