Un terremoto de magnitud 4,8 en la escala de Richter ha sacudido este viernes varias provincias andaluzas. El Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha señalado que el temblor, registrado a las 10:38 horas con epicentro en Fuengirola (Málaga) y a 78 kilómetros de profundidad, fue percibido durante varios segundos en distintas zonas de Málaga, Sevilla y Córdoba, incluida su capital.
En Córdoba, el movimiento alcanzó una intensidad de nivel II, lo que implica que parte de la población llegó a notarlo de forma leve. Desde el servicio de Emergencias 112 se recibieron llamadas desde municipios como Puente Genil, Nueva Carteya, la capital cordobesa y diversas localidades malagueñas y sevillanas. La primera alerta se recibió apenas cuatro minutos después del seísmo.
La Junta de Andalucía activó de inmediato la fase de preemergencia del Plan ante el Riesgo Sísmico. Hasta el momento no se han notificado daños personales ni materiales, aunque los servicios de emergencia permanecen activos y en seguimiento de la situación.
Actividad sísmica en la región
El temblor, uno de los más intensos registrados en España en los últimos días, se produce en una zona con elevada actividad sísmica. Málaga se encuentra próxima al sistema de fallas del mar de Alborán, una región donde confluyen las placas tectónicas africana y euroasiática. Las fallas de Averroes y Carboneras son responsables de buena parte de los movimientos que se perciben en el sur peninsular. Aunque lo habitual son seísmos leves, episodios moderados como el de hoy no resultan infrecuentes.
Riesgo de maremotos
El mar de Alborán está considerado una de las áreas con mayor potencial sísmico del país. El Plan Estatal de Protección Civil ante el Riesgo de Maremotos, aprobado en 2021, identifica a la costa malagueña y a Melilla como zonas especialmente vulnerables ante un gran terremoto submarino.
El protocolo contempla la activación de sistemas de alerta temprana en caso de un evento significativo. Según las estimaciones oficiales, un maremoto originado en el Alborán podría generar olas superiores a cinco metros y alcanzar la costa de Málaga en unos veinte minutos, lo que obligaría a desplegar con urgencia los mecanismos de aviso y protección a la población.
