Hay rutas que aparecen en todas las guías… y luego está el Sendero Los Molinos del Ciudadeja, uno de esos secretos bien guardados de la Sierra Norte de Sevilla que sorprenden incluso a los senderistas más experimentados. Situado en Las Navas de la Concepción, este recorrido circular permite adentrarse en un paraje donde historia, naturaleza y agua se entrelazan para crear una de las experiencias más singulares del Parque Natural.

Con casi 17 kilómetros de recorrido, un desnivel moderado y uno de los bosques de galería más bonitos del entorno, esta ruta —catalogada como PR-A 412— es perfecta para una jornada completa al aire libre.

Un sendero entre molinos, riveras y dehesas

El trazado parte de Las Navas de la Concepción y comienza suavemente entre dehesas de encinas y alcornoques, ofreciendo un arranque cómodo antes de entrar en uno de los rincones más fotografiados de la ruta: el conocido “túnel verde”, un tramo sombreado donde la vegetación forma un pasillo natural que acompaña al caminante.

Desde ahí se desciende hasta la rivera del Ciudadeja, un curso de agua que da nombre al sendero y que alimentó durante siglos a los molinos hidráulicos que jalonan la ruta. Aunque muchos están hoy en ruinas, otros —como el Molino del Niño Dano— conservan su estructura y permiten imaginar el intenso aprovechamiento hidráulico de la zona.

Caminar junto a la rivera es uno de los momentos más especiales: el sonido del agua, la vegetación húmeda y el trazado serpenteante ofrecen un paisaje que contrasta con la imagen habitual de la Sierra Morena sevillana.

Una ruta con derivaciones para explorar aún más

La ruta principal ya es muy completa, pero cuenta con dos derivaciones opcionales que permiten alargar y enriquecer la experiencia:

  • Ermita de Nuestra Señora de Belén, un enclave devocional con vistas privilegiadas.
  • Molino del Niño Dano, uno de los mejor conservados y visita obligada para amantes del patrimonio rural.

Estas variantes añaden un toque cultural e histórico a un recorrido que combina muy bien naturaleza y huella humana.

Dificultad moderada y apta para casi todos

Aunque el recorrido supera los 16 kilómetros, su dificultad moderada permite que la ruta sea accesible para senderistas habituales y para quienes quieren un reto asumible sin necesidad de experiencia avanzada. El trazado está bien señalizado y alterna caminos amplios con senderos estrechos, zonas de sombra y terrenos abiertos.

Un viaje al pasado rural de la Sierra Morena

Lo que hace verdaderamente especial a esta ruta no es solo su belleza natural, sino la sensación de viajar a un tiempo en el que los molinos eran el motor económico de la comarca. Cada edificio, cada azud y cada canal que aparece entre la vegetación narra un fragmento del pasado hidráulico de Las Navas.

Pocos senderos en Sevilla ofrecen una dualidad tan marcada:
por un lado, el paisaje clásico de la Sierra Morena; por otro, un valle húmedo de carácter casi norteño.

¿Por qué merece la pena?

  • Es una ruta completa: tiene historia, paisaje, agua, molinos, espíritu serrano y buenas vistas.
  • Es menos conocida, lo que permite disfrutarla sin masificaciones.
  • Su carácter circular facilita la logística.
  • Es ideal para otoño, invierno y primavera, cuando la rivera baja con más fuerza.