El Defensor del Pueblo Andaluz en funciones, Jesús Maeztu, ha abierto una investigación de oficio ante las «graves disfunciones» detectadas en el cribado del cáncer de mama en Andalucía. La institución ha expresado su «consternación» y «honda preocupación» por la falta de comunicación de resultados a miles de mujeres que participaron en el programa.
Maeztu ha explicado que «es la primera vez en 30 años» de funcionamiento del servicio que se inicia una investigación general y no limitada a casos concretos. El Defensor considera que concurren «razones suficientes por la alarma social generada, el reconocimiento público de las deficiencias y la necesidad de reparación justa de los posibles daños sufridos».
El caso salió a la luz tras las denuncias de mujeres afectadas y las manifestaciones de la asociación Amama, que alertó de que unas 2.000 mujeres con resultados «no concluyentes» desconocían su situación. Según Maeztu, estos hechos «ponen en entredicho el principio esencial del programa: garantizar la detección precoz ofreciendo información y respuesta sanitaria en tiempo y forma».
El Defensor ha solicitado al Servicio Andaluz de Salud (SAS) y a la Consejería de Sanidad toda la información sobre las causas de la falta de comunicación, el número de mujeres afectadas y las medidas adoptadas. Además, ha pedido conocer el resultado de la auditoría abierta por la Junta.
Maeztu ha insistido en la necesidad de «recuperar la confianza» en el programa de cribado y ha afirmado que su objetivo es «poner luz y rectificar los fallos» en un sistema que realiza cada año unas 450.000 mamografías a mujeres de entre 49 y 71 años.
