El Gobierno andaluz ha puesto en marcha un nuevo plan de acción dotado con 89 millones de euros para impulsar los programas de cribado de cáncer de colon y cuello de útero, con el objetivo de hacerlos más ágiles, homogéneos y eficaces en toda la comunidad. La medida, impulsada desde la Consejería de Salud que dirige Antonio Sanz, contempla la contratación de 586 profesionales —desde administrativos e informáticos hasta facultativos especialistas en digestivo, anestesia o ginecología— y supone un paso estratégico en la modernización de la detección precoz del cáncer en Andalucía.

El plan busca reducir los tiempos de espera, mejorar la trazabilidad de las pruebas y garantizar una comunicación clara con los pacientes, reforzando además los recursos humanos, las infraestructuras y el equipamiento diagnóstico. Entre sus prioridades figuran consolidar la implantación de los programas en todo el territorio, asegurar una atención personalizada y mejorar la coordinación entre niveles asistenciales.

Uno de los pilares del proyecto es la digitalización del proceso diagnóstico, con la implantación de un sistema de automatización inteligente (IPA) que permitirá el seguimiento completo de cada paciente, desde la invitación a participar en el cribado hasta la confirmación del diagnóstico. Con una inversión de 10,4 millones de euros, cofinanciada con fondos europeos, esta herramienta facilitará una gestión más precisa y transparente.

El plan también contempla la digitalización de los laboratorios de anatomía patológica, con una inversión de 30 millones de euros y la incorporación de 46 profesionales informáticos para implementar herramientas de inteligencia artificial que apoyen el diagnóstico. Además, se acometerán obras de modernización en los hospitales Virgen de la Victoria (Málaga), Reina Sofía (Córdoba) y Antequera, con una inversión total de un millón de euros, y se renovará el equipamiento para endoscopias con 1,8 millones adicionales.

En cuanto al cribado de cáncer de colon, la participación ciudadana ha pasado del 39% en 2020 al 65% en 2024, tras su conversión en un programa poblacional homogéneo para personas de entre 50 y 69 años. En el caso del cribado de cuello de útero, la Junta prevé alcanzar una cobertura del 90% en 2029, cumpliendo los hitos fijados por el Ministerio de Sanidad.