El Consejo de Ministros ha aprobado el traspaso de ocho antiguos suelos penitenciarios del Ministerio del Interior a la Entidad Pública Empresarial de Suelo (Sepes), dependiente del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, con el objetivo de transformarlos en nuevos espacios residenciales. Entre ellos destaca el proyecto previsto en los terrenos de la antigua cárcel de Ranilla, en Sevilla, donde se construirán 240 viviendas públicas.

Según ha informado el subdelegado del Gobierno en Sevilla, Francisco Toscano, la intervención en Ranilla se desarrollará sobre una superficie de 5.500 metros cuadrados y convertirá a la capital andaluza en la segunda ciudad con mayor número de viviendas proyectadas en este plan, solo por detrás del antiguo penal de Carabanchel, en Madrid.

El subdelegado añadió que «Ranilla simboliza la transformación de una ciudad que se reinventa para solventar las necesidades urbanísticas de su ciudadanía», y destacó la política del Ejecutivo de «poner el patrimonio público al servicio de la vivienda asequible».

El proyecto contempla una fase previa de demolición y actualización urbanística antes de iniciar las obras de edificación. Se enmarca dentro del Plan de Amortización y Creación de Establecimientos Penitenciarios de 1991, que impulsa la reutilización de espacios públicos en desuso para dar respuesta a las necesidades actuales de vivienda.

En total, los ocho suelos transferidos permitirán la promoción de 1.332 viviendas distribuidas entre Madrid, Córdoba, Alicante, Huesca, Zaragoza, Segovia, Burgos y Sevilla, con un valor conjunto estimado en 78 millones de euros.

Esta medida forma parte del tercer paquete de transferencias de suelos del Gobierno central, que se suma a los 17 antiguos cuarteles militares traspasados por el Ministerio de Defensa en los últimos meses y a las más de 55.000 viviendas procedentes de la Sareb transferidas en julio.