Un cochero por el puente de Triana. - Eduardo Briones - Europa Press - Archivo

La portavoz adjunta de Con Podemos-IU Sevilla, Susana Hornillo, ha reclamado este martes al Gobierno municipal la apertura de un debate público y transparente sobre el futuro de los coches de caballos en la ciudad. La formación propone además la celebración de una consulta ciudadana vinculante que permita conocer si la población respalda la continuidad de esta actividad o prefiere avanzar hacia un modelo urbano «más sostenible y respetuoso con los animales».

Podemos-IU considera que Sevilla no puede permanecer anclada en un modelo turístico del pasado, mientras otras ciudades, como Málaga, «han dado pasos valientes» hacia la protección del bienestar animal y la modernización del espacio público. La portavoz se ha referido así a la reciente decisión del alcalde malagueño de revocar 25 licencias de coches de caballos. «No pedimos una decisión impuesta desde los despachos, sino dar voz a la ciudadanía para que sea ella quien marque el rumbo según su sensibilidad y valores», ha subrayado Hornillo.

La formación ha recordado que el debate sobre los coches de caballos «no se limita a una cuestión estética o de tradición», sino que afecta también a aspectos como el bienestar animal, la seguridad vial, la salubridad y el orden urbano. Hornillo ha insistido en que, en pleno siglo XXI, «el mantenimiento de vehículos de tracción animal bajo altas temperaturas y entre el tráfico motorizado plantea riesgos evidentes tanto para los animales como para las personas».

Desde Podemos, se apunta además que existen alternativas responsables y económicamente viables, entre ellas la sustitución progresiva de licencias mediante indemnizaciones justas y la introducción de vehículos eléctricos con estética tradicional, una fórmula que permitiría mantener la identidad visual de Sevilla sin comprometer la dignidad ni la salud de los animales.

Hornillo ha pedido al alcalde, José Luis Sanz, que «no censure ni esquive este debate por miedo a la reacción de ciertos sectores», y ha defendido que la ciudadanía «debe jugar un papel clave para decidir sobre grandes transformaciones urbanas, especialmente en aquellas que implican cuestiones de ética y bienestar animal».