La vigilancia del virus del Nilo Occidental en Andalucía ha confirmado la presencia activa del patógeno en mosquitos capturados en La Campana y La Puebla de los Infantes, municipios que se suman a Guillena y Gerena en el nivel de riesgo alto dentro de la provincia de Sevilla. Estas detecciones forman parte del programa autonómico de control de vectores de 2025, impulsado por la Consejería de Salud y Consumo. En paralelo, Barbate, en Cádiz, se mantiene en el mismo nivel de riesgo, mientras que otras localidades andaluzas continúan en estado de alerta.
Los análisis efectuados hasta ahora descartan nuevos contagios en personas, caballos o aves. En total, se han estudiado 319 muestras humanas con resultados negativos. Aunque no se han registrado infecciones en la última semana, el despliegue entomológico sigue activo con cerca de 200 trampas en distintos puntos de Andalucía. Entre las zonas con mayor concentración de mosquitos destacan La Puebla del Río, en Sevilla, y Estepona, en Málaga, además de áreas puntuales en Córdoba, Cádiz, Granada y Jaén.
Ante este escenario, las autoridades sanitarias recalcan la necesidad de extremar la prevención individual frente a las picaduras, sobre todo en horas de amanecer y atardecer, cuando los mosquitos presentan mayor actividad. Se recomienda el uso de repelentes autorizados, prendas largas y claras, y la limitación de productos aromáticos que puedan atraer a los insectos. En el ámbito doméstico, se aconseja colocar mosquiteras, usar insecticidas y evitar luces innecesarias durante la noche.
También se subraya la importancia de eliminar focos de agua estancada en viviendas y explotaciones ganaderas, desde piscinas y estanques hasta charcos o fugas en bebederos, ya que constituyen criaderos habituales de mosquitos. La prevención en este terreno resulta esencial para frenar la reproducción del vector y disminuir el riesgo de transmisión del virus.
El plan de vigilancia, actualizado en febrero de 2025, establece tres niveles de riesgo que afectan a todos los municipios andaluces, con 43 localidades sevillanas en situación de riesgo, cuatro de ellas en el máximo nivel. Desde marzo, más de 400 inspectores han llevado a cabo más de 2.300 controles en 773 municipios. A esto se suma un amplio programa de formación que ha alcanzado a más de 52.000 personas entre estudiantes, comunidades locales y profesionales, con el fin de reforzar la concienciación ciudadana y la capacidad de respuesta frente a la fiebre del Nilo Occidental.
