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En pleno corazón de Sevilla, en la plaza de la Encarnación, se alza una construcción que sorprende a todo el que la contempla: el Metropol Parasol, popularmente conocido como Las Setas de Sevilla. Esta obra futurista, inaugurada en 2011, transformó por completo el aspecto del centro histórico y se ha convertido en uno de los símbolos de la ciudad. Pero no solo destaca por su apariencia innovadora: ostenta un récord único, el de ser la estructura de madera más grande del mundo.
El proyecto fue diseñado por el arquitecto alemán Jürgen Mayer tras ganar un concurso internacional. Su propuesta, arriesgada y muy polémica en su momento, apostaba por dotar a la plaza de una gran cubierta vanguardista que ofreciera sombra, espacio de encuentro ciudadano y una nueva atracción turística. El resultado fueron seis enormes parasoles con forma de setas que alcanzan los 28,5 metros de altura, extendiéndose a lo largo de 150 metros de largo por 70 de ancho.
Para levantar este coloso se emplearon alrededor de 3500 piezas de madera microlaminada de pino finlandés (tipo Kerto), tratada para soportar las altas temperaturas sevillanas. Su ensamblaje es otro de sus hitos: la estructura está unida por más de 16 millones de tornillos y tuercas, además de 3000 nudos que enlazan las piezas. Todo ello reforzado con barras de acero y conectores metálicos que garantizan su solidez, convirtiendo a Las Setas en una proeza de ingeniería nunca antes acometida en el mundo con este material.
El contraste con su entorno hace aún más llamativo este monumento. Bajo la plaza se conserva el yacimiento arqueológico de Antiquarium, donde pueden visitarse restos romanos y andalusíes hallados durante las excavaciones previas a la construcción. Sobre su superficie, el complejo incluye un mercado, espacios culturales, una plaza elevada para eventos y un espectacular mirador panorámico que regala una de las vistas más completas de Sevilla, desde la Giralda hasta el río Guadalquivir.
Hoy, lo que en su momento generó controversia por su diseño rompedor es uno de los grandes iconos de la Sevilla contemporánea. Miles de visitantes se acercan cada año para caminar por sus pasarelas o contemplar el atardecer desde su mirador. Las Setas de Sevilla no son solo un ejemplo de innovación arquitectónica, sino también una metáfora viva de la ciudad: un lugar donde tradición y modernidad conviven, y donde la sombra de la mayor estructura de madera del planeta se ha convertido en un emblema de identidad.
