Archivo - Un hombre se seca el calor de la frente, imagen de archivo. - Joaquin Corchero - Europa Press - Archivo
Archivo - Un hombre se seca el calor de la frente, imagen de archivo. - Joaquin Corchero - Europa Press - Archivo

Sevilla afronta estos días un repunte de temperaturas que recuerda más al verano que al inicio del otoño meteorológico. Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), desde este viernes 12 de septiembre y hasta el jueves 18, se espera una semana marcada por la estabilidad, la ausencia total de lluvias y unas máximas que alcanzarán hasta los 39 grados.

El conocido popularmente como veranillo del membrillo se hará notar en Sevilla especialmente durante el fin de semana y los primeros días de la próxima semana. Tanto sábado como domingo, el mercurio llegará a 37 grados, con mínimas que apenas bajarán de los 20-21 grados durante la madrugada. La situación apenas variará el lunes, cuando se prevén 36 grados de máxima, y volverá a repuntar a partir del martes.

El día más caluroso, según el pronóstico, será el jueves 18, con 39 grados de máxima y 20 de mínima, lo que refleja una amplitud térmica reducida y noches poco frescas, características típicas de este veranillo que aparece a mediados de septiembre en buena parte de Andalucía.

Además, la Aemet detalla que no se esperan precipitaciones en toda la semana y que el viento soplará flojo, con rachas puntuales de 20 km/h el sábado desde el suroeste. El índice ultravioleta se mantiene en valores altos (7), por lo que se recomienda extremar las precauciones en las horas centrales del día.

El veranillo del membrillo, también conocido como veranillo de San Miguel cuando se prolonga hacia finales de mes, es un episodio de calor tardío que suele producirse cada septiembre en la Península Ibérica. Su nombre hace referencia a la época en que madura esta fruta, y en la Campiña sevillana se percibe de manera intensa por las altas temperaturas que contrastan con las suaves noches del inicio del otoño.

En resumen, la próxima semana será plenamente veraniega en la provincia, con cielos despejados, sol radiante y calor propio de julio o agosto. Una nueva oportunidad para alargar los días de piscina y terrazas antes de que lleguen, ahora sí, los primeros compases del otoño.