Jornadas Medievales en El Castillo de las Guardas. - Ayuntamiento de El Castillo de las Guardas
Jornadas Medievales en El Castillo de las Guardas. - Ayuntamiento de El Castillo de las Guardas

Durante tres días, del 19 al 21 de septiembre de 2025, el pequeño municipio serrano de El Castillo de las Guardas dejará de ser un tranquilo pueblo de la Sierra Morena sevillana para convertirse en un auténtico escenario medieval con sus Jornadas Medievales. Sus calles se llenarán de caballeros y bufones, mercaderes, pasacalles y justas a caballo en unas fiestas que ya se han convertido en tradición y en reclamo turístico para toda la provincia.

La Plaza de España será el corazón del evento. Allí, los visitantes podrán recorrer un mercado donde los tenderetes no ofrecen móviles ni camisetas de fútbol, sino artesanía, hierbas, cuero, metales y panes recién horneados que evocan la vida cotidiana de hace siglos. Todo ello acompañado por músicos ambulantes, malabaristas y personajes pintorescos que transforman la rutina en un espectáculo.

Los más pequeños y también los mayores podrán sorprenderse con las luchas de caballeros y las exhibiciones de cetrería, donde halcones y búhos vuelan a escasos metros del público. No faltarán los campamentos medievales, en los que actores y recreadores muestran cómo se cocinaba, se dormía o se preparaba una lanza en plena Edad Media.

Lo curioso de estas jornadas es la capacidad que tiene un municipio de apenas dos mil habitantes para transformarse en un escenario digno de una serie histórica. El esfuerzo de los vecinos, la participación de mercaderes y recreadores de toda España y el apoyo institucional logran que quien visite El Castillo de las Guardas sienta que ha viajado varios siglos atrás sin moverse de la provincia de Sevilla.

Además del componente lúdico, las Jornadas Medievales del Castillo de las Guardas son una oportunidad para redescubrir este rincón de la sierra sevillana, degustar su gastronomía, disfrutar de la naturaleza y participar en una fiesta donde la historia se convierte en espectáculo.

En definitiva, un plan curioso y diferente: pasar un fin de semana rodeado de caballeros, doncellas y dragones de cartón piedra en un pueblo que, cada septiembre, se empeña en demostrar que la Edad Media todavía puede revivir.