El proyecto de remodelación integral del estadio Benito Villamarín afronta este martes uno de sus hitos más destacados. A primera hora de la mañana está previsto que arranquen los trabajos para derribar la parte baja de la grada de Preferencia, una actuación clave dentro del plan de modernización del coliseo verdiblanco.

La magnitud de estas obras ha obligado al Real Betis a trasladar sus partidos como local al estadio de La Cartuja, donde permanecerá durante las dos próximas temporadas.

Paralelamente, durante la misma jornada se llevará a cabo la demolición de la escalera exterior situada entre la grada de Preferencia y Gol Sur, lo que supondrá otro paso en el proceso de transformación del Villamarín.

En los días previos, la empresa constructora Erri-Berri ha desarrollado labores preparatorias, entre ellas la retirada y clasificación de materiales aprovechables de las gradas, con el objetivo de favorecer su reutilización en el propio proyecto o en otros usos.

Con estas actuaciones, el Betis continúa avanzando en la reforma de su estadio, una obra de gran envergadura que busca dotar al recinto de mayor capacidad, comodidad y servicios para los aficionados.