Pablo García en un momento del partido. - Real Betis

El Real Betis sucumbió ante el Athletic por la falta de ideas. Después de hacer un primer tiempo bastante decente y de comenzar con fuerza el segundo, los de Manuel Pellegrini se vieron condenados por un gol de Bartra en propia puerta y otro de Aitor Paredes en los minutos finales. Bakambu recortó distancias, pero muy tarde, en el 96. Después, el terreno de juego se convirtió en una batalla campal y quedó en evidencia que la reacción tuvo que haber llegado mucho antes.

Arrancó el choque directo por puestos Champions con sensaciones positivas para el Real Betis. El dominio del balón y las constantes aperturas a las bandas eran la tónica del encuentro para los locales, que no sufrían cuando el rival llegaba a la zona de tres cuartos. Las primeras situaciones de peligro llegaron para ambos antes del minuto quince. Yuri fue el primero en avisar mediante un disparo bastante lejano, pero potente, que pasó cerca de la cepa del poste de Álvaro Valles; Lo Celso replicó posteriormente con otro chut desviado por poco en una jugada que llegó desde la banda derecha. El cambio de sistema de Manuel Pellegrini, con una 4-3-3, permitía un movimiento más fluido del esférico y más flexibilidad para los centrocampistas, muy participativos desde el comienzo del duelo. Con el paso del tiempo, el Athletic encontró su sitio en el campo y con pases directos y verticales, llegaron un par de veces a poner nerviosa a la grada de La Cartuja.

Pasado el ecuador del primer acto, la posesión empezó a igualarse gracias a muy buenas recuperaciones de la medular bilbaína. En el 31, Pablo García tuvo la ocasión más clara de todo el primer tiempo. El canterano armó la pierna tras un rebote en el borde del área y tras tocar en un futbolista del Athletic, dio en la parte superior del larguero; no entró por escasos milímetros. El Real Betis se mostraba muy compacto en el verde, con una solvencia de diez en defensa y gracias a una gran presión tras pérdida. En los instantes finales de la primera parte, Marc Bartra, imperial, evitó la que hubiera sido una oportunidad inmejorable para los visitantes, tocando lo justo con la testa para que Iñaki Williams no pudiera rematar cuando mediante un buen desmarque se había quedado totalmente solo en el punto de penalti. Con un alto ritmo, pero sin el premio del gol para ninguno de los dos, finalizó esta mitad.

El segundo acto comenzó con un Betis agresivo, que atacaba constantemente la meta de Unai Simón. Los verdiblancos entraban hasta la cocina, pero no llegaban a definir apenas ningún acercamiento. Cuando parecía que mejor estaba el conjunto local, en una jugada puntual el Athletic puso el primero en el marcador. Marc Bartra, que estaba siendo el mejor del partido, introdujo el balón en su propia portería en un intento de despejar un centro de Yuri Berchiche. Tras revisarse por una posible situación ilegal, el colegiado validó el gol en el minuto 62, tres después de que la pelota terminara dentro de la red. Los dirigidos por Ernesto Valverde no bajaron la guardia tras marcar y mantuvieron una presión alta, obligando al Betis a jugar rápido y con muchos pases altos, que rara vez llegaban a su destino.

A veinte del final, Pellegrini apostó por el debut de Deossa y además sustituyó a Pablo García por Bakambu para jugar con doble punta. Los cambios resultaron en un mayor control del esférico, pero los de Heliópolis no encontraban los espacios necesarios para crear oportunidades de gol. El Athletic estaba muy bien plantado en el campo, férreos y cerrados en banda mientras esperaban a lanzarse a la contra en algún momento. Ese momento llegó. Los visitantes lograron sacar un córner de una situación de ataque y Aitor Paredes, después de un centro de Robert Navarro en la banda contraria al saque de esquina, puso el segundo en el 85’ con un testarazo ante el cual nada pudo hacer Álvaro Valles. La reacción del Real Betis llegó demasiado tarde. Bakambu definió de cabeza muy bien un centro de Junior y acortó distancias, pero en el minuto 98. El choque terminó con peleas y con el equipo bético falto de ideas, desesperado ante la ventaja del rival y el poco tiempo que faltaba. La única que tuvieron fue la del delantero congoleño.