El traspaso de Idumbo al AS Mónaco ya es una realidad. El club del Principado ha oficializado este jueves la llegada del joven delantero, que abandona el Sevilla después de una etapa de crecimiento meteórico en Nervión. La operación se ha cerrado por una cifra total cercana a los 10 millones de euros, entre pagos fijos y variables por objetivos, lo que representa un importante negocio para el conjunto andaluz.

La historia de Idumbo en el Sevilla es breve pero significativa. Llegó en 2021 procedente del Ajax, a cambio de tan solo 400.000 euros, en lo que entonces se consideraba una apuesta de futuro. En apenas dos temporadas, su evolución ha superado todas las expectativas: ha pasado de jugar en el filial a convertirse en una pieza con proyección internacional, despertando el interés de varios clubes europeos. Finalmente, ha sido el Mónaco quien se ha llevado el gato al agua tras intensas negociaciones.

Uno de los puntos clave en este traspaso ha sido la participación del Ajax, que supo blindarse con un porcentaje de una futura venta cuando lo dejó salir rumbo a Sevilla. Gracias a esta cláusula, el conjunto neerlandés recibirá una parte del montante total de la operación. Aunque no se ha especificado públicamente la cifra exacta, medios cercanos a la negociación aseguran que se trata de un porcentaje significativo, lo que convierte a la cantera del Ajax en otra gran beneficiada del movimiento.

El Mónaco, por su parte, refuerza su ataque con un jugador de presente y futuro. La Ligue 1 se ha convertido en un escaparate perfecto para jóvenes talentos, y la llegada de Idumbo encaja con la política de fichajes del club monegasco: invertir en promesas con margen de revalorización. El delantero congoleño ha demostrado capacidad de adaptación, velocidad en espacios reducidos y un olfato goleador que promete elevar el nivel ofensivo del equipo dirigido por Adi Hütter.

Para el Sevilla, este traspaso representa una operación redonda. La inversión inicial de 400.000 euros se multiplica hasta rozar los 10 millones, consolidando la estrategia de detección y revalorización de jóvenes talentos. Además, el club hispalense obtiene liquidez en un momento en el que la situación económica requería movimientos inteligentes.

El traspaso de Idumbo al Mónaco simboliza una de esas historias que mezclan intuición, desarrollo deportivo y visión de mercado. El Sevilla gana músculo financiero, el Mónaco suma un refuerzo de primer nivel, y el Ajax confirma una vez más su rol como cantera inagotable de talento. Todos ganan en una operación que, a falta de ver el rendimiento del jugador, ya se cataloga como un caso de éxito en el fútbol europeo.