El Ayuntamiento de Sevilla ha decidido intensificar sus esfuerzos para prevenir la proliferación del virus del Nilo Occidental mediante la contratación de nuevos servicios específicos de control de mosquitos. La medida incluye un paquete de 86 actuaciones de fumigación repartidas por diferentes zonas de la ciudad, con especial atención a las áreas más vulnerables por su cercanía a zonas húmedas o con presencia de aguas estancadas, como parques, cauces, estanques y arroyos.
La Junta de Gobierno Local ha aprobado recientemente la adjudicación de dos contratos relacionados con esta estrategia. Uno de ellos tiene como objetivo realizar tratamientos específicos contra los vectores del virus, en el marco de las medidas preventivas impulsadas por el Ministerio de Sanidad desde el año 2020. Estos trabajos estarán coordinados por el Servicio de Salud del Ayuntamiento y se desarrollarán en coordinación con otras áreas municipales como Parques y Jardines, Medio Ambiente y Protección Civil.
En concreto, se llevarán a cabo 86 intervenciones en espacios públicos como el Parque de Miraflores, el Alamillo, el Guadaíra, el Tamarguillo, la zona de La Corchuela o los entornos de los cursos de agua, como el canal de Ranilla o el cauce del río Guadaíra. También se actuará en la periferia de la ciudad, donde se detecta una mayor incidencia de mosquitos, especialmente en verano. Las tareas contemplan tanto tratamientos larvicidas como adulticidas, aplicados en función del nivel de riesgo y la evolución de las temperaturas.
Control entomológico
Además, se ha adjudicado un segundo contrato destinado a la prestación de servicios de asesoramiento y control entomológico especializado. Este incluye el seguimiento mediante trampeo, muestreo y análisis de especies, con el fin de conocer la evolución de las poblaciones de mosquitos y planificar de forma más eficiente las intervenciones.
El Ayuntamiento ha subrayado que estos contratos son parte de una estrategia integral que busca proteger la salud pública frente al virus del Nilo, cuya transmisión se produce principalmente a través de picaduras de mosquitos infectados. Aunque la mayoría de los casos en humanos son leves o asintomáticos, algunos pueden desarrollar complicaciones neurológicas graves. Desde 2020, se han producido varios brotes en Andalucía, por lo que las autoridades mantienen un nivel de vigilancia elevado.
Los responsables municipales han recordado también la importancia de la colaboración ciudadana para minimizar focos de cría de mosquitos en propiedades privadas, como jardines, macetas o recipientes con agua acumulada. El consistorio difundirá campañas informativas para sensibilizar sobre estas medidas y reforzar la protección frente a esta amenaza estacional.