El verano tiene su propio lenguaje: luz, color, ganas de celebrar. Y Cayma lo ha traducido en una colección que huele a sal, a piel dorada y a tardes que se alargan entre risas y brindis. “Sole Mio Summer Collection 2025” es la nueva propuesta de la firma sevillana para vestir a las invitadas más especiales, con diseños que unen frescura, elegancia y mucha personalidad.
Inspirada en el sol del Mediterráneo y en el encanto relajado de las islas italianas y griegas, esta colección está pensada para mujeres que quieren sentirse únicas en bodas, fiestas o cualquier evento donde la belleza no se disfrace de artificio. Aquí, los vestidos de invitada tienen alma, movimiento y ese toque de estilo que no pasa desapercibido.
Vestidos con texturas que abrazan y colores que hablan de ti
En Sole Mio, los tejidos lo son todo. El tafetán elástico, tanto liso como estampado, da forma a diseños con volumen y presencia. El bielástico, firme y favorecedor, moldea la silueta con sutileza. El Dunia cae suave como un pañuelo y aporta ligereza a cada paso. El punto es sinónimo de comodidad elegante, mientras que el rústico tiene ese aire natural que tanto apetece en verano. Y como siempre, los vivos de Cayma cierran cada prenda con el detalle perfecto.
Los colores no se quedan atrás. Desde el rojo pasión al coral vibrante, pasando por tonos como verde rústico, lima fresca, manzana alegre, tinta sofisticado o el siempre impecable blanco puro, cada tono tiene su historia. Y todos ellos están pensados para resaltar lo mejor de ti. Desde luego, sus vestidos midi están cargados de energía.
Una tienda de vestidos de invitada donde cada diseño tiene alma
Hechos en Sevilla, con mimo, creatividad y mucho saber hacer, los vestidos de Cayma no solo siguen tendencia: la reinterpretan con un sello muy propio. En un mundo de producciones en serie, Cayma sigue apostando por el diseño local, el detalle y la conexión real con sus clientas.
Si buscas una tienda de vestidos de fiesta que entienda lo que significa vestirse para celebrar, Cayma es tu próxima parada. Porque no hay verano sin vestido perfecto. Y Sole Mio está lleno de ellos.