borracheras feria
Una de las borracheras o «papas» de la Feria vistas en Twitter.

Grabar y difundir en redes sociales vídeos de personas borrachas sin su consentimiento usando el hashtag #papagorda durante esta Feria de Abril de 2025 puede acarrear sanciones económicas de hasta 10.000 euros.

Con el inicio de la temporada de fiestas populares en Andalucía, el Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA) ha lanzado un recordatorio urgente sobre los riesgos legales y éticos del uso de redes sociales para difundir vídeos de personas anónimas captadas en estado de embriaguez durante celebraciones multitudinarias.

El organismo autonómico advierte que esta práctica puede suponer una intromisión ilegítima en los derechos al honor, a la intimidad y a la propia imagen, protegidos por el artículo 18.1 de la Constitución Española y por la Ley Orgánica 1/1982.

El auge de los vídeos virales con el hashtag #papagorda

Uno de los fenómenos más representativos de esta problemática es el uso del hashtag #papagorda, que comenzó a popularizarse en Twitter (hoy X) durante la Feria de Abril de Sevilla de 2019. Desde entonces, se ha convertido en una etiqueta recurrente para compartir vídeos de personas ebrias, muchos de ellos grabados con la intención de ridiculizar. Cada año se actualiza con la edición correspondiente —#papagorda22, #papagorda23, #papagorda24— y ha logrado captar la atención de los medios y millones de usuarios.

Durante la Feria de Sevilla de 2024, TikTok se posicionó como la plataforma más activa en la difusión de estos contenidos. Según los datos recabados por el CAA, el hashtag #papagorda24 acumuló 2379 publicaciones, que generaron 67 millones de visualizaciones en España y 74 millones en total, situándose como el 16º más utilizado en el país a fecha del 26 de abril.

Aunque algunos de los vídeos son grabados por los propios protagonistas, en muchos otros casos las personas ni siquiera son conscientes de estar siendo grabadas: no miran a cámara, no interactúan con quien sostiene el móvil y aparecen desde planos lejanos, lo que refuerza la idea de que se trata de grabaciones no consentidas.

Riesgo legal, alarma social y educación digital

El CAA subraya que, pese al tono festivo con el que se difunden, este tipo de contenidos pueden tener consecuencias legales graves. Las redes sociales funcionan como amplificadores, lo que agrava aún más la afectación a la imagen de las personas implicadas. Por eso, desde el Consejo se insiste en la necesidad de concienciación colectiva, apelando no solo a los usuarios, sino también a los creadores de contenido, plataformas tecnológicas y autoridades competentes. La difusión de vídeos de personas ebrias sin su consentimiento no solo representa un acto de desconsideración, sino también una violación de derechos fundamentales.