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La fe, la devoción y la tradición tienen una mística. No entienden de edades, género ni condición física. Es algo que se mantiene en nuestra alma, en nuestro cuerpo, en el aire constantemente de una Sevilla que respira religiosidad a cada paso que das.
Durante esta Semana Santa se ha vivido uno de los momentos más bonitos e icónicos en los últimos años. Una nazarena de Sevilla, de la Hermandad de Montserrat, realizando su estación de penitencia con un taca-taca a sus 89 años. Como otro cualquiera. Acompañando a sus titulares por las calles de la ciudad. Con el mismo atuendo y la misma fe que los jóvenes. Sin duda alguna, una foto que debe inspirar a todos los que son cristianos y alguna vez han dudado de su fe.
Ella se mantiene en el anonimato, no quiere protagonismo, solo quiere dar imagen de la devoción y la fe que se tiene que dar por la hermandad a la que perteneces. Tener siempre fuerza de voluntad en todos los aspectos de la vida.
«Los costaleros mimen a la Virgen cuando la levantan»
La Semana Santa es un fiel reflejo de la vida, de nuestro día a día y de las rutinas que lleva cada uno. La nazarena de Montserrat, en este sentido, pone el foco en los titulares de su hermandad: «Hay cosas tan bonitas en Semana Santa. Cuando el Señor te mira y te dice ¿Tú qué has hecho este año, qué has hecho por mí?»
«Esas levantás de los costaleros a la Virgen. Igual que una madre cuando mece a su niño cuando llora, esos costaleros están consolando a la Virgen su dolor.»
«San Juan somos todos nosotros, los sevillanos»
Además, incide también en la importancia de San Juan, quien acompaña a la Virgen en el palio de muchas de las hermandades de Sevilla como Los Javieres, Jesús Despojado, Amargura, Dulce Nombre, Pasión, Silencio, Gran Poder y El Sol: «Ese San Juan que va junto a la Virgen somos todos nosotros.»
San Juan nos está representando a los sevillanos que estamos consolando el dolor de la Virgen, que tuvo que sufrir tela marinera al ver a su niño acribillado.
La metáfora con el Cirineo de Jesús en la cruz
La figura del Cirineo es muy común en algunos pasos de hermandades de Sevilla que evangelizan la figura de Cristo por las calles de la ciudad. Esta persona fue quien ayudó a Jesús a cargar la cruz detrás suya hasta el Gólgota, el sitio donde después fue crucificado.
La nazarena de Montserrat hace una excelsa metáfora comparando la figura del Cirineo con las personas que «hacen el bien al prójimo»: «El Cirineo está en todos nosotros, en ayudar a los padres, en ayudar a los ancianos a bajar las escaleras, o en simplemente prestar ayuda. Eso es el Cirineo».
El gran cambio de la Semana Santa de Sevilla
Uno de los grandes temas en la sociedad sevillana es cómo ha cambiado la Semana Santa de la ciudad en los últimos años desde que el turismo está masificando la capital.
Los nacidos en el siglo XX con amplio recorrido y «sevillanía», alegan, con muchos argumentos, que las autoridades competentes están echando abajo la Semana Santa debido a las medidas que han estado adoptando en los últimos años a la hora de cerrar calles, poner vallas, colapsar zonas y en otros sitios dejarlas vacías.
Sumado a ello está la actitud que está adoptando cierto tipo de personas durante esta fiesta litúrgica que engalana la ciudad durante una semana. La nazarena de Montserrat recalca que «Cuando era joven, se tenía más respeto a la gente, éramos más sevillanos».
«Ha cambiado mucho la Semana Santa de antes con la de ahora. La gente tiene mucho menos respeto y fe. Ahora todo es distinto, se ha masificado.»
Un ejemplo perfecto sobre la fuerza de voluntad
Todos los sevillanos y sevillanas que han podido ver la foto de ella por las redes sociales se preguntan lo mismo: ¿Cómo puede llegar a realizar la estación de penitencia así?
La clave del éxito es clara: tener fuerza de voluntad y entrenar todos los días, como asegura ella.
Así me lo señala ella en la distendida charla que tuvimos por teléfono: «Todas las noches voy a andar una hora. De 10h a 11h por una urbanización que hay enfrente.»
En definitiva, todos y cada uno de los sevillanos deberíamos aprender lo que ella ha transmitido con la foto y sus palabras: fe, devoción, respeto y fuerza de voluntad en todos los aspectos de la vida.
Pese a que los nuevos tiempos traigan cosas negativas y positivas, la sevillanía, el saber estar, el poso en Semana Santa, tiene que perdurar para que esta semana tan importante de la ciudad la puedas conocer y transmitir para las siguientes generaciones.