Sevilla recuperó este Viernes Santo la normalidad después de una Semana Santa de 2024 pasada por agua. Desde bien temprano, Triana se llenó de ambiente con la salida de El Cachorro y La O, mientras en el Paseo de la O y la calle Castilla se mezclaban turistas, vecinos y cofrades en plena sobremesa. Las calles se vistieron de morado, entre incienso, música y gente que disfrutaba del momento, móvil en mano o simplemente mirando.

El día dejó momentos especiales como la salida del Cristo de la Salud o el paso de la hermandad del Polígono Sur hacia la Catedral. Entre nazarenos y pasos, el contraste de estilos y procedencias se difumina, y lo que queda es una ciudad volcada con su tradición. También hubo tiempo para los recuerdos: homenajes a hermanos fallecidos, sabores de siempre y emociones que afloran incluso en quienes no son especialmente cofrades.

Ya de noche, la jornada bajó el ritmo con cortejos más solemnes como el de La Mortaja, que avanza en silencio con un recogimiento que impone. Sevilla cerró así su Viernes Santo: con sus calles llenas, su gente entregada y una mezcla de solemnidad y belleza que año tras año mantiene viva una de sus citas más especiales. A continuación, te dejamos una galería de fotos de la jornada del Viernes Santo de Sevilla.