En el corazón de las Tres Mil Viviendas, destacó una figura singular que dejó una marca imborrable en la comunidad: Ángel de la Rosa, popularmente conocido como «El Indio». Su Nacido en Sevilla, Ángel de la Rosa ingresó en la Legión Española a los 19 años, donde sirvió durante siete años y alcanzó el rango de cabo.

Tras su paso por la vida militar, decidió adoptar una identidad única, inspirada en las culturas nativas americanas. Vestía con taparrabos, plumas y otros atuendos característicos, lo que le valió el apodo de «El Indio». Su elección de vestimenta no era fruto de una simple excentricidad; como él mismo afirmaba: «Me visto de indio porque me gusta» afirmaba en una entrevista con ABC de Sevilla.

Aunque estuvo casado y tuvo una vida convencional en algún momento, Ángel optó por vivir de manera austera y en estrecho contacto con la comunidad. Residía bajo un puente peatonal que conecta Bellavista y, en ocasiones, en una furgoneta abandonada en el Polígono de San Pablo. Su presencia era constante en las calles de las Tres Mil Viviendas, donde se le veía interactuando con vecinos y participando en diversas actividades comunitarias.

La singularidad de «El Indio» no pasó desapercibida. Participó en el documental «Polígono Sur: El arte de Las Tres Mil», dirigido por Dominique Abel, que exploraba la riqueza cultural y artística del barrio. Su aparición en la película le otorgó reconocimiento más allá de su comunidad, llegando a ser aclamado en festivales internacionales como la Berlinale en 2003. A pesar de las ofertas para llevar su estilo de vida a otros lugares, como América, Ángel siempre prefirió permanecer en su tierra natal, Sevilla. Además, también fue entrevistado por Jesús Quintero.

En marzo de 2005, Ángel de la Rosa fue encontrado sin vida, víctima de una noche especialmente fría. Su muerte conmocionó a la comunidad. A pesar de las dificultades que enfrentó, «El Indio» dejó una huella imborrable en las Tres Mil Viviendas.