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El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, está a punto de finalizar la nueva normativa municipal sobre el uso y disfrute de la vía pública, especialmente en lo referente a la regulación de los veladores. Esta normativa busca equilibrar los intereses de vecinos y hosteleros, tras un proceso de consultas y negociaciones con ambas partes. El objetivo es presentar el texto definitivo al Pleno municipal en marzo para su aprobación, cumpliendo así con la promesa electoral de Sanz de actualizar un marco normativo que llevaba tiempo generando tensiones en la ciudad.
La nueva ordenanza introduce importantes cambios respecto a la normativa vigente, adaptándose mayoritariamente a las demandas vecinales. No obstante, también mantiene tres concesiones clave para los hosteleros: permitir el consumo en exteriores en cervecerías emblemáticas (los llamados «tanques a la calle»), conservar las plataformas de veladores sobre plazas de aparcamiento y autorizar la instalación de terrazas en la acera opuesta a la calzada. Además, el área de Urbanismo ha modificado cerca de 23 artículos a raíz de las alegaciones presentadas durante el proceso participativo.
En la última mesa sectorial, que reunió a representantes de la Asociación de Hostelería de Sevilla, la Federación de Asociaciones de Vecinos y diferentes áreas municipales, la reacción fue dispar. Mientras los hosteleros abandonaron la reunión en señal de protesta, considerando la normativa un agravio hacia su sector, las asociaciones vecinales y administradores de fincas mostraron satisfacción, aunque con cierta cautela. Los vecinos, además, pidieron un endurecimiento de las sanciones en aspectos como limpieza y arbolado, aunque estos temas dependen de otras ordenanzas municipales.
Entre las modificaciones aprobadas destacan la regulación de nuevos modelos de hostelería en mercados de abastos, la vigencia anual de las licencias, la responsabilidad patrimonial de los propietarios de veladores, la limitación de horarios en zonas acústicamente saturadas y el establecimiento de un espacio libre mínimo de 1,8 metros en las aceras. Asimismo, se han reforzado las medidas de protección al entorno monumental y se ha previsto la creación de una aplicación móvil para facilitar la gestión ciudadana. Para garantizar el cumplimiento de estas nuevas normas, la Gerencia de Urbanismo ha ampliado su plantilla de inspectores a seis profesionales