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El Cerro del Hierro, situado entre los municipios sevillanos de Constantina y San Nicolás del Puerto, es una de las maravillas naturales más singulares del Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla. Este enclave, que también se encuentra cerca del Monumento Natural de la Cascada del Huesna, combina un espectacular paisaje modelado por la naturaleza y la acción humana, desvelando un paleokarst de gran interés científico y didáctico.
A lo largo de sus formaciones calizas, se desarrolla una rica y variada vegetación. En los sombríos callejones y pozos crecen diversas especies de helechos, como el culantrillo de pozo, la doradilla o el helecho macho, algunas de ellas incluidas en el Libro Rojo de Especies en Peligro de Extinción en Andalucía. Además, este espacio es ideal para el crecimiento de plantas rupícolas adaptadas a la vida entre rocas, incluyendo aromáticas como el tomillo salsero y la manzanilla amarga, así como arbustos como el madroño y el lentisco.
La riqueza faunística también es destacable. En sus roquedos y corredores habitan especies amenazadas como el búho real y la cigüeña negra. Durante todo el año pueden verse aves como el roquero solitario y el gorrión chillón, mientras que en primavera hacen su aparición la collalba rubia y el abejaruco. En invierno, es posible observar al acentor alpino.
El Cerro del Hierro de Sevilla es un lugar con una fuerte huella histórica, pues su riqueza en hierro fue aprovechada desde la época romana hasta el siglo XX. La explotación minera, que cesó en 1985, dejó al descubierto un insólito paisaje de agujas, corredores, dolinas y travertinos. Aún se pueden contemplar vestigios de su pasado industrial, como el antiguo trazado ferroviario que conectaba la explotación con la estación de Los Prados-Cazalla. Este recorrido, hoy convertido en la Vía Verde de la Sierra Norte, es ideal para ciclistas y senderistas.
Para los amantes de la naturaleza y el turismo activo, la mejor manera de conocer el Cerro del Hierro es recorriendo la ruta senderista que atraviesa sus formaciones rocosas, galerías y túneles excavados. Declarado Monumento Natural en 2003 por la Junta de Andalucía, este paraje ofrece un sinfín de posibilidades para la observación de flora y fauna, la escalada y la espeleología. Su mezcla de historia, geología y biodiversidad lo convierten en un destino imprescindible para quienes buscan descubrir la esencia de la Sierra Norte de Sevilla.