Archivo - Médico. Imagen de archivo. - JUNTA DE ANDALUCÍA - Archivo
Archivo - Médico. Imagen de archivo. - JUNTA DE ANDALUCÍA - Archivo

La posible desaparición del modelo MUFACE (Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado) ha puesto en alerta a las administraciones y a los mutualistas. En Sevilla, un total de 74.708 personas, actualmente atendidas por aseguradoras privadas a través de este sistema, se incorporarían al Servicio Andaluz de Salud (SAS) en caso de que MUFACE cese sus operaciones. Este cambio supondría un aumento significativo de la presión sobre la sanidad pública de la provincia.

El Ministerio de Sanidad ha planteado integrar a los mutualistas de MUFACE en el Sistema Nacional de Salud (SNS) a partir de 2025, después de que las principales aseguradoras —Adeslas, Asisa y DKV— rechazaran renovar el concierto para los próximos años, alegando insuficiencia en las condiciones económicas ofrecidas por el Gobierno.

Impacto en Sevilla

Sevilla, con el mayor número de mutualistas de Andalucía, sería una de las provincias más afectadas por este cambio. Actualmente, los mutualistas sevillanos tienen la posibilidad de optar por atención sanitaria privada, una opción que perderían al ser absorbidos por el sistema público.

Según los expertos, esta incorporación podría incrementar los tiempos de espera en consultas y pruebas diagnósticas, así como generar tensiones en la atención primaria y hospitalaria, especialmente en áreas ya sobrecargadas.

Preocupación en Andalucía

En toda Andalucía, el impacto también sería significativo, con más de 260.000 mutualistas que pasarían a depender del SAS. Sindicatos y asociaciones de usuarios, como el CSIF, han expresado su preocupación por la capacidad del sistema público para absorber a esta población sin deteriorar la calidad del servicio.

El Gobierno andaluz, por su parte, ha solicitado una financiación adecuada para hacer frente a este posible escenario, argumentando que los fondos actuales no serían suficientes para garantizar una transición fluida.

¿El fin de un modelo histórico?

El sistema de mutualismo administrativo, vigente desde 1975, ha permitido a los funcionarios elegir entre la sanidad pública o aseguradoras privadas. Sin embargo, el envejecimiento de la población mutualista y el aumento de los costos sanitarios han puesto en jaque su sostenibilidad.

El futuro de MUFACE sigue siendo incierto, y el Gobierno central trabaja en alternativas para evitar un colapso tanto del sistema público como del mutualismo. Mientras tanto, la incertidumbre sigue creciendo entre los mutualistas, que temen perder las ventajas que hasta ahora ofrecía este modelo.